Ya está bien. De vez en cuando sale Mourinho diciendo que la Liga española no es para tanto. Y este año hay una buena cosecha para decirle a Mou que aprenda a pescar y que se dedique a las truchas. Y, en silencio, que, si hablas, no pican. El Real Madrid y el Barcelona son como dos equipos de la NBA jugando en competiciones menores. El único que les ha discutido el lugar en casa es el Atlético. Y, mirando el continente, solo la plantilla del Bayern está a la altura de estos dos colosos, milagro aparte de la Juve. El PSG se ha llenado de estrellas a golpe de talonario, pero tal vez le falta entrenador. El Chelsea del propio Mourinho, ni jugando al fútbol ni al frontón, está al nivel de Madrid y Barça. Pero es que el Atlético, con Simeone y sus gladiadores, también es superior. Y no termina ahí. El Sevilla y el Valencia han jugado de fábula. Y el Villarreal, que bordó casi media temporada un fútbol excelente. La Liga española tiene un pelotón más limitado (presupuestos mandan), pero (Madrid y Barça aparte) está recuperando una zona de nobleza muy llamativa. ¿Quién ha ganado la Premier? El Chelsea. Me gustaría haber visto este año en Europa al Valencia. No sé qué pasaría en un Valencia-Chelsea. ¿Quién ha ganado en Francia? El PSG, pero detrás ni el Olympique de Lyon ni el de Marsella ni el Mónaco tienen la calidad y las variantes del Sevilla. Tenemos que recuperar el fútbol de la selección. Pero, como triunfamos en su día, por el lado del talento. La selección no la vamos a resucitar con gladiadores como Raúl García o con Koke. La selección ganará con el nivel de la Liga. Con los españoles que han asombrado en la Liga. También en el Málaga. Y con un nuevo seleccionador, claro.