La gran derrota del PP, las ideas

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

27 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Aún caliente el rebujo de las urnas, uno siente que nadie ha aprendido la lección. Empecemos por abajo. El BNG, perdiendo más de setenta mil votos, se satisface contemplando que son terceros. El PSOE, que también baja, se crece considerándose alternativa a Feijoo (¿Quién es la alternativa? ¿Besteiro, Ferreiro, Vence, Noriega? ¿Todos a la vez?). Las mareas, que han tocado el cielo, no saben que a todo cielo le llegan los nubarrones. Pero la gran derrota, la indisimulable, es la del Partido Popular, que curiosamente ha ganado las elecciones aun bajando ciento ochenta mil votos.

Pero no son los votos lo que debilitan al PP, sino las ideas. España se cree socialdemócrata y republicana, incluso más, no hay quien piense en las muchas sombras de la República y si uno se atreve a mentarlas es considerado lerdo o majadero. Entre ellos pactan sin ruborizarse y sin exigir la «pureza» que demandan en otras lides: es natural que los nacionalistas del BNG pacten con los internacionalistas del PSOE. Y al PP le da igual. Sus altavoz es Floriano, un dechado de retórica. Y en Galicia la única figura ideológica, relegado Puy al Parlamento, es Núñez Feijoo.

Las ideas populares mudan según los tiempos. Del aborto a la educación, por ejemplo. Se presume por ser de izquierdas. Incluso se denominan progresistas, como si el progreso debiera pasar por su gestión. Los del PP, por contra, reniegan de todo conservadurismo. ¿Imaginan a Cameron o Merkel en tal tesitura? No. Porque en Inglaterra o Alemania la derecha se siente orgullosa de sus ideas. Aquí, faltan. La única idea es la economía, dejando para los otros la cultura, la comunicación, la condición del ser humano, las mentalidades, la sociedad, la moral o la ética, la religión (el ateísmo como virtud y signo de inteligencia: otro de los éxitos ideológicos de la izquierda). Y es ahí donde el PP ha salido derrotado. Y donde va a ser derrotado hasta que tome la determinación de mudar esta conducta que ofende a muchos de sus votantes. Al PP le dan once millones de votos cuando precisan ser rescatados por culpa de la impericia y negligencia y dispendios de la izquierda. Pero no se los otorgan porque sus ideas los convenzan, sino por necesidad. Las ideas las ocultan. Como si se avergonzasen de ser liberales, cristianos y capaces de pergeñar un mundo mejor para todos. Como si no fuesen los conservadores de Europa, desde la burguesía decimonónica, los que construyeron la clase media y marcaron los hitos más sobresalientes de la reciente historia. Cuando el PP asuma que debe plantar cara en la batalla de las ideas, España será en verdad europea. En tanto, vivimos en el lío, dijo Rajoy.