Campañas al viento

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

22 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Campañas al viento. Cuando menos de fuerza ocho. Vean sino a la candidata Aguirre, protegida en su Tele Madrid o en la fiscalía, teniendo que acudir a la falsedad de negarle su condición de juez por oposición, o a la utilización de sombras del terrorismo frente a Manuela Carmena, para parapetarse frente al tamayazo, Gürtel o las púnicas. O la descalificación a Gabilondo por su oponente Cifuentes por haber sido ministro de Zapatero y corresponsable de la herencia tan traída.

Eso en el rompeolas de todas las Españas, pero en la desafecta Cataluña -donde también se vive el paro y la corrupción, con políticas en lo público y lo social parejas a las de los populares- los convergentes independentistas, Mas y Trías, no tuvieron empacho en escenificar un debate con monja -Lucía Caram-, para intentar frenar el ascenso de Ada Colau y su alternativa.

No hay razón para contradecir al presidente del Gobierno cuando se pregunta: «¿Quién habla hoy de la recesión, del rescate y del paro?». Quizá faltó que se preguntara también por la corrupción. Porque sin la recesión y la pobreza, sin el paro y sin la corrupción esa bolsa de incertidumbres electorales, sobre todo para los populares, quizá no hubiera alcanzado tantas certezas.

Porque tiene razón Mariano Rajoy, de la recesión, el paro, la corrupción no se habla. Apenas se vive. Y se vive a pesar de la pedrea populista con la que pretende endulzarnos el Gobierno: Primero con la llamada rebaja del IRPF de Montoro, y en vísperas de san Isidro Labrador la pedrea electoral con reales decretos que riegan de millones de euros al cine, la I+D, la familia, defensa, y las comunidades autónomas. E incluso el nuevo edificio de la Tesorería de la Seguridad Social en Vigo, tantos años aplazado.

En Galicia las incertidumbres están más acotadas. La incertidumbre popular, descartadas Vigo, Pontevedra y quizá Lugo, se reduce a Santiago y A Coruña, donde las mareas lograron que se las sintiera como alternativa, y quizá a una diputación. La de los socialistas llega a Lugo, descartado Ourense y en alza Vigo.

Las inquietudes de los dirigentes populares se hacen evidentes cuando recuperan electoralmente a Beiras o hacen llamamientos a los moderados socialistas. Los socialistas sufren menos porque el 2011 había sido desgarrador con las pérdidas de Ferrol, A Coruña y Santiago. Para todos ellos quedan por resolver cuestiones tan pedestres como la incidencia de los minoritarios, al borde del mínimo del 5 %, así como la traída indecisión de un tercio de los votantes. Pero la desafección generada por los gobiernos alimenta la inquietud popular. Incluso en Galicia. Aunque, quizá, al final no pase nada, como proclama Mariano Rajoy. Y todo siga igual. O no.