La marcha

OPINIÓN

23 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Si no recuerdo mal, fue en 1990 cuando David Wheatley dirigió La marcha, una película impactante, premonitoria de lo que está sucediendo con la emigración africana hacia Europa, con diálogos tremendos, difíciles de olvidar. Los africanos no pedían derechos, ni condiciones de primer orden, sino simplemente vivir como viven los perros o los gatos europeos? porque eso sería mucho más de lo que nunca habían tenido. Hoy como ayer, en África solo les espera la muerte. Eso explica las terribles imágenes, no ya de la película, sino las que estos días nos ofrecen los telediarios. Hace 25 años de esa película: ¿Qué ha cambiado en la actitud de los dirigentes europeos? Y 5 de la Primavera Árabe, que solo ha servido para desestabilizar aún más todo el Norte de África.

En lo que va de año, que sepamos, el mar se ha llevado consigo los anhelos de futuro de 1.650 personas: hambrientas, perseguidas, heridas, explotadas, engañadas, víctimas de guerras, que solamente buscaban una oportunidad para la felicidad. Tiene mucha razón Soraya Sáenz de Santamaría cuando dice que  «solo cooperando en el origen se podrá ofrecer a todas aquellas personas aquello que buscan». Pero, entonces, que me explique la vicepresidenta del Gobierno por qué en los últimos años los recortes en cooperación para el desarrollo han sido tan brutales. En fin, no tengo suficientes palabras para definir la inmoralidad que estamos viviendo.