No nos referimos al dinero. Es muy curioso observar la evolución de los millones de votantes que ha tenido el PSOE desde el primer González, año 77. A estas cifras hay que aplicar el filtro de la población que ha crecido y los cálculos que se pueden hacer sobre los escaños con los milagros que provoca la ley de D?Hondt con sus porcentajes de participación y los vaivenes del hundimiento del rival o los rivales. Pero, con los escaños entre paréntesis, vayamos a las cifras absolutas: a los votantes. Observarlas ahora, cuando el PSOE sigue empeñado en hacerse un Pasok, es fascinante. Hubo 5,3 millones de españoles que votaron a González en el 77 (118 escaños). Dos años después, en el 79, la subida fue pequeña, 5,4 millones (121 escaños). Suárez ocupaba el centro a sus anchas. Pasó lo que pasó (23-F incluido) y la fiebre del 82 para los socialistas. González superaba los diez millones de votos (202, mayoría absolutísima). Todavía Felipe se presentaría otras cuatro veces (tres con victoria). Aunque en las dos últimas campañas sumó más votos, los escaños se le esfumaron (el rival crecía). 8,9 millones en el 86 (184 escaños), 8,1 en el 89 (175 escaños) y un millón más de votantes, 9,1, en el 93, pero solo 159 diputados. Llegaría la histórica derrota de Felipe contra Aznar, en el 96, aunque los votos al PSOE ¡volverían a crecer!: 9,4 millones (141 diputados). La movilización no fue suficiente. Después, las dos debacles (Almunia, año 2000, 7,9 millones y 125 escaños; y Rubalcaba, año 2011, 6,9 y 110 puestos). En el medio, el extraño milagro de ZP: dos movilizaciones tremendas y el récord en votantes. Más incluso que en el 82: 11 millones en el 2004 (164 diputados) y 11,2 millones en el 2008 (169 escaños). Hacer hoy el recuento de estas cifras abre los ojos. La política es móvil. ¿Cuántos millones le quedarán a Pedro Sánchez o a Susana Díaz?