La postal de Navidad

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

16 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Parecía que otra vez nos quedábamos de momento con la ficción (este año hermosa) del anuncio de la lotería de la Navidad. Me debes 21 euros. Y las lágrimas, ese coro acuático de cuando se nos pone a temblar el corazón. Pero siempre aparece el personaje de la vida real (la realidad siempre supera a la ficción, aunque la ficción es la única manera de fijar más allá de las tres dimensiones los hechos para que perduren). La postal de Navidad se fue a Sevilla. Nada menos que al barrio de Triana, a su parte de casas antiguas, de personas mayores que viven en pisos de techos altos. Allí vende pañuelos un nigeriano, Angeline. Pedrito, para los sevillanos. Este vendedor de pañuelos se encontró un maletín perdido. Y en el maletín, como en un Dickens, había 5.000 euros en billetes y 22.000 en cheques. Y Pedrito, el de los pañuelos, el que es muy querido en el barrio porque ayuda a subir a los vecinos mayores las bolsas de la compra, lo devolvió. No lo dudó ni un segundo. Ni una décima. La postal dio la vuelta a España. Y Pedrito lo resumía en las entrevistas: «Mi familia me educó así. No podía hacer otra cosa. Creo en el amor de Dios». Pedrito es un nigeriano que lleva 15 años en España. Que huyó de un país en el que raptan niñas, como subrayó, y que está terminando la carrera de Medicina aquí (para que le convaliden el título que se trajo de allá). Y, mientras, a vender pañuelos y a devolver maletines con 27.000 euros. Sin dudarlo ni una décima.