Según el New York Times, en la República Democrática del Congo, el Gobierno ha anunciado que han encontrado petróleo en el parque nacional de Virunga, orgullo de ese país africano. Pronto los ciudadanos se aprestaron a defender el parque contra los trabajadores de la empresa Soco, que empezaban a preparar la explotación del crudo. Los enfrentamientos llegaron a que el Gobierno enviase soldados. A partir de entonces, se abrió un conflicto entre los defensores del medio ambiente y quienes se empeñaban en sacar la riqueza del petróleo. Pero el Gobierno -de un país atrasado y pobre- puso sus esperanzas en que el dinero del petróleo serviría, cual maná caído del cielo, para cambiar la vida y prosperidad de los congoleños. Este problema ya se había dado en otros países de África oriental, como Tanzania, Kenia, Uganda y Mozambique, que habían decidido emplear sus riquezas naturales, igual que Nigeria, Gabón o Guinea Ecuatorial, países del Golfo de Guinea que hoy se consideran ricos.
Pero resulta que el parque de Virunga, tiene un enorme lago (Edwards) que vierte sus aguas al Nilo, y todos los países ribereños podrían verse afectados por la contaminación, si bien la empresa ha advertido de que no empezará la explotación hasta que la Unesco les dé su aprobación. Creo que exageran un poco los ecologistas cuando dicen que la contaminación «podría llegar hasta España».