¡Qué raros son los vascos!

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

20 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Tanto que hasta en mi pueblo, Santiago de Compostela, tienen parroquia propia en la Capilla de la Corticela de la Catedral. Y de estas rarezas es hoy, desaparecido el velo terrorista que todo lo enturbiaba con dolor, momento adecuado para detenerse a observarlas y quizá reflexionar.

En una España de desigualdades no es la mayor la derivada del doble sistema de financiación autonómico, el del cupo foral vasco y navarro y el de los demás. Sucede pues que el País Vasco, con un régimen fiscal singular, presenta algunas singularidades asociadas a la acción de sus Gobiernos y a la concepción y la gestión de lo público de ellos y de la propia sociedad vasca.

Supongo que es casualidad que entre tales rarezas se encuentre una baja tasa de casos aflorados de corrupción frente a la riada ingente de otros territorios. O que el debate sobre las cajas de ahorro y la viabilidad de su fusión dentro de la propia comunidad autónoma encuentre en el País Vasco el paradigma de lo acertado, como evidencia la última prueba de estrés bancario de la UE, que sitúa al Kutxabank a la cabeza de los bancos españoles.

Preguntémonos también si no es rareza que el gasto sanitario per cápita en el País Vasco supere en un 36 % al gasto medio en España, y mientras en Galicia aumenta para el 2015 en un 0,34 %, en el País Vasco lo hace en un 2 %. Por no hablar de su oferta pública de empleo en sanidad (más de 900 puestos de trabajo), que sigue incrementándose, a pesar de que es junto con Extremadura el Gobierno que no ha obligado a los médicos a la retirada forzosa a los 65 años.

Singular y extraño resulta que un giro radical en las políticas de innovación, pasando de priorizar el desarrollo de los centros tecnológicos al de instituciones de investigación (Fundación Ikerbasque), les ha permitido incrementar su número de investigadores públicos en 4.300 en la última década, dedicando el 2,12 % del PIB a investigación e innovación. Rareza porque en el conjunto de España se dedicó a investigación en el 2012 el 1,24 % del PIB, y el número de investigadores descendió en 3.195 en un año, retrotrayéndonos al año 2006.

La singularidad cooperativa de la economía vasca, con la Corporación Mondragón como primer grupo industrial vasco y décima compañía española, sufrió uno de sus más duros reveses con el proceso concursal de Fagor. Apenas un año después, Fagor reinicia su actividad comprada por un grupo catalán. Y los jueces del País Vasco premian al magistrado encargado de resolver el concurso de acreedores por su rápido y efectivo trabajo.

Y por último, el ministro Wert, que desea españolizar a los niños catalanes, acuerda una rebaja de su Ley de Educación en el País Vasco, recurrida en el Tribunal Constitucional por el Gobierno Vasco, reconociéndole su capacidad para establecer el aprendizaje del euskera en las aulas, así como mantener el carácter vinculante de las decisiones de los consejos escolares, diseñados como consultivos en la Lomce. Raro, ¿no?