Entre la ilusión y la cautela

Murillo EN ROJIBLANCO

CDLUGO

25 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La derrota de Vitoria ha paralizado la adición de puntos del Lugo, y ha constituido un rejón para la trayectoria positiva rojiblanca. De momento, intrascendente, si mañana los hombres de Setién suman una victoria y mantienen un colchón de puntos sobre la zona de descenso.

En una semana plagada de acontecimientos de toda índole, podría decirse que en el club lucense se entremezclan episodios antagónicos. Por una parte, existe el lógico temor por esta nueva prueba en el Anxo Carro, hasta la fecha poco menos que un fortín, pero donde la escasa pegada ha sido sustituida por dos jornadas excepcionalmente fecundas: siete tantos frente a Osasuna y Zaragoza, sumaron cuatro puntos. Hay como una especie de máximos y mínimos en el doble rubro defensa-ataque, que no guardan relación entre sí. Porque en esas mismas jornadas de referencia, también el Lugo encajó seis goles en casa, amén del 3 a 0 en Las Palmas. Hay en todo ello una especie de dientes de sierra y sus correspondientes picos de máximos, al lado de los de mínimos (sobre todo en los seis partidos de imbatibilidad, Copa y prórroga incluidas). Por eso, la visita del Llagostera será un partido trampa si no se toman las precauciones necesarias. Hay recelo y cautela ante un rival con apariencias poco fiables. Y que vendrá a Lugo en busca de una victoria que le sirva de revulsivo para la remontada.

Como contrapartida a ese recelo, Setién parece que, por fin, va a contar con dos de sus jugadores más deseados: Jonathan Valle y Pelayo, una vez restablecidos de sus prolongadas dolencias musculares. En el primer caso, porque Valle es un delantero explosivo, capaz por sí solo de desestabilizar a una zaga. Tendrá minutos para ir cogiendo ritmo competitivo, igual que su compañero de dolencia, Pelayo, un mediocentro de largo recorrido y llegada.

Después de la lesión de Dani Mallo y su intervención quirúrgica (dos meses de baja), la soledad de José Juan como meta titular ha creado un problema. La cesión de Serantes para fichar a un delantero se asumió como riesgo necesario, y ahora se ha llegado a la actual encrucijada: tirar de un meta juvenil, o buscar en el mercado un portero asequible y con experiencia. Creo que esta segunda posibilidad solo se asumirá si José Juan se lesionase. Todo un dilema, sin duda.