Un ataque a la democracia

Tino Novoa EN LA FRONTERA

OPINIÓN

21 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

No hay sistema electoral perfecto. Cada uno da una respuesta diferente a una doble exigencia: garantizar la gobernabilidad de las instituciones siendo lo más fiel posible a la voluntad popular. Los proporcionales, incluso con correcciones, abren la puerta a componendas de despacho que a veces traicionan lo que dictan las urnas. Los mayoritarios, como pretende el PP para las municipales, pueden llegar a silenciar la voz de la mayoría. Cada uno tiene virtudes y crea problemas. Todo es discutible y se pueden buscar fórmulas que limen los efectos perniciosos. Pero es innegable que ninguno es neutral. Y en este caso el gran beneficiado sería el PP. Muy sospechoso. El procedimiento electoral es la viga maestra de la democracia y, por ello, debe ser fruto del consenso. Alterar las reglas del juego unilateralmente y hacerlo, además, en vísperas de las elecciones sería un grave ataque a la democracia.