Espejismos

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

31 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Vivimos el tiempo de los espejismos. La felicidad es un espejismo. Como deseo, está bien, pero vivimos en la dictadura de la felicidad. Hay una obligación de ser felices todo el tiempo y con la máxima intensidad. Una fórmula falsa. Errónea. No existe ese tipo de felicidad que se nos vende todo el rato. La vida no es un anuncio. La felicidad es una búsqueda, más que un territorio. Los espejismos nos matan. Nos obligan a ser máquinas de anhelos y así creemos que nos tenemos que dejar el día y la noche trabajando para ganar más y ser menos. No hay criterio. No hay rango. Somos contradictorios. No se puede ser feliz a todas horas. Somos pasajeros del destino. Tenemos que evitar que nos tomen el pelo. Somos contradictorios. Las mejores caricias, de niños, son las que te protegen. Y de adultos, las que te deshacen y te hacen sentir más allá. Es mentira que vivir sea un comercio. La mentira es un juego de tronos. Somos enigmas. Somos humanos. Somos débiles, la fortaleza no se paga. Otro espejismo: atajar hacia la fama. Un ciudadano ilustre no es el que sale en la televisión y habla de vísceras. Hay que rescatar el esfuerzo y el mérito. La felicidad no se compra con dinero. La felicidad no es nada fácil. Hay que aprender a aburrirse.