Silencio, se mata en Gaza

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

21 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Haciendo gala una vez más de su habitual cinismo e hipocresía, la llamada comunidad internacional está asistiendo con indiferencia a la matanza de palestinos que el Ejército israelí lleva 13 días perpetrando en Gaza. Más allá de la retórica hueca, en la que la UE es consumada especialista, ninguna potencia se ha movido para presionar en serio al primer ministro Netanyahu y obligarle a que detenga su brutal ofensiva, que ya ha costado la vida a más de 400 palestinos, el 75 % civiles, entre ellos unos 80 niños. En el otro bando han muerto hasta el momento de escribir estas líneas 16 militares y dos civiles, lo que da una clara idea de lo que está pasando. A esto algunos lo llaman «conflicto», otros «choques armados» e incluso «legítima defensa», cuando se trata de un río de sangre provocado por el uso a todas luces desproporcionado de la fuerza militar, que viola de forma flagrante el Derecho Internacional y las más elementales normas humanitarias. Las imágenes de los pequeños palestinos destrozados por la bombas, las de esos cuatro niños asesinados mientras jugaban al fútbol en la playa, suponen una vergüenza y un escándalo para la humanidad que deberían haber provocado una reacción fulminante, una condena inmediata del mundo civilizado y la adopción de sanciones contra el Gobierno de Israel. Pero cuando le interese, la comunidad internacional, ese odioso eufemismo de usar y tirar a conveniencia que en realidad designa a un puñado de países, con EE.UU. a la cabeza, que se mueven por sus propios intereses políticos, geoestratégicos y económicos, nos volverá a hablar de derecho de intervención humanitaria, como hizo en Irak o Libia, mientras asiste impasible a la destrucción calculada del pueblo palestino.