Después de abril

Uxio Labarta
Uxío Labarta CODEX FLORIAE

OPINIÓN

25 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Después de aquel abril de los claveles portugueses, hubo un septiembre y un noviembre. Los militares que osaron acorralar la dictadura portuguesa viven, o vivieron, en sus casas y lugares de siempre. Spínola, Costa Gomes, Vasco Gonçalves, Melo Antunes, Rosa Coutinho, Otelo Saraiva, fueron protagonistas de un tiempo que cambió un país, de un país que dio fin a una larga guerra colonial africana, y de una encarnizada lucha entre halcones y palomas en EE. UU., luego del golpe de Estado en Chile, para acomodar aquel inquieto sur de Europa.

Quienes vivimos ese abril asistimos también a una serie de golpes y contragolpes, al 28 de septiembre y a aquel noviembre de 1975 que acabó con las tendencias radicales del Ejército en el poder y dio paso al general Eanes, primer presidente portugués elegido por sufragio universal.

Quienes vivimos en aquel tiempo de esperanzas, bien sabemos que entre 1974 y 1977 las posiciones de Frank Carlucci, embajador de EE. UU. en Portugal, y las de Henry Kissinger, acabaron por definir nuestra propia transición a la democracia después de la muerte de Franco.

Luego de un esfuerzo sostenido con años de trabajo de campo en la ecofisiología del mejillón, nuestro grupo de investigación necesitaba la colaboración de investigadores acreditados en modelado ecológico que nos proporcionara herramientas útiles en la simulación del crecimiento y gestión de su cultivo. En la búsqueda nos encontramos con colegas en Francia, el Reino Unido, Canadá y Portugal. Nuestra opción, acreditada su capacidad científica, fue acudir a un investigador, joven, entonces en Oporto. Así empezó, año 1999, otra etapa portuguesa.

Andado tiempo, horas de trabajo y descanso, nuestro colega cuenta de su estancia prolongada en Odesa, entonces Unión Soviética, antes de iniciar su grado universitario. Internacionalismo solidario.

Con vida de niñez mozambiqueña, regresados ya a la metrópoli vive a su padre militar participando, como tantos, en la revolución de los claveles. Por ellos se preguntaba Bertolt Brecht. Siguen a sus capitanes, coroneles y generales. Sucede la reforma agraria, las nacionalizaciones, la contestación de los movimientos conservadores del Norte, los riesgos de una fractura civil en la sociedad portuguesa, el éxito de la estrategia Carlucci frente a la de Kissinger, la expulsión de Vasco Gonçalves del Gobierno y de las Fuerzas Armadas. También la expulsión de su padre del Ejército, con su pensión de jubilado forzoso, pero con todo el sufrimiento. Como tantos.

En Portugal poco fue fácil entre aquel 1974 y hoy. Sucede que cuarenta años después el sur de Europa es un solar empobrecido por la especulación financiera, donde sobrevivir se convierte en un ejercicio de grandes dificultades, y donde los tiempos de esperanza vividos entonces se han marchitado. Nuestro colega no ha podido seguir en Portugal. Su país, su universidad, no le daban para vivir. Científico acreditado, emigró. Solo. Cincuenta años.