El «privilegio» del bono

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta PAISANAJE

OPINIÓN

20 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Lo que le espera al bono social de la luz es tan predecible como el movimiento de un sombra. No quedará intacto, por decisión gubernamental, y por más que le pese a 2,5 millones de ciudadanos. Por varios motivos. Porque forma parte de la herencia de Zapatero, y eso, por sistema, es sospechoso para el Gobierno; porque lo de perpetuar privilegios como tener el precio de un servicio congelado (congelado, que no bonificado, ojo), tampoco le encaja en sus cuentas; y porque en esto de la luz, uno de los cinco mayores gastos mensuales de la economía doméstica (y el más incomprensible), la intención es no dejar a nadie contento.