Izquierdazos

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa FARRAPOS DE GAITA

OPINIÓN

20 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

E s la pregunta del millón. Qué digo del millón. Del billón.

¿Y la izquierda? ¿Alguien la ha visto por ahí últimamente?

Lo preguntó aquí un republicano hasta las cachas el otro día y a alguno todavía le zumban los oídos de la colleja que le pegó a la izquierda oficial, esa gauche divine de gemelos de marca y sofá de orejas en el consejo de administración.

¿Izquierda? Aquí la única izquierda que queda es la de la escalera de mi casa porque los supuestos izquierdosos, en cuanto la troika llegó y mandó parar, nos recetaron el mismo aceite de ricino de cobrar menos, pagar más y apretar mucho los glúteos que recomiendan siempre los cachondos mentales del FMI y otras timbas de alcurnia.

Hablamos de encontrar la izquierda, pero, ojo, no se trata de hallar la zurda de Messi, asunto grave donde los haya, porque en este planeta disparatado que centrifuga noticias a más velocidad que el acelerador de partículas del CERN el diez del Barça y de Argentina ha pasado de ser el Einstein del borde del área a ser apenas un borde esquinado en el área. No. La zurda de Messi no aparece. Ni está ni se le espera.

Justo lo mismo que le pasa a la todavía llamada izquierda ideológica, que ahora que tocan elecciones europeas saca de entre las bolas de naftalina cuatro ideas progres para ver si, ya con los lomos muy castigados por la reforma laboral y otras suertes de varas, entramos ciegamente al trapo, envenenados de recortes, palos y cicatrices.

Pero, cornudos y todo, ya no embestimos a las bravas. Porque esta es la misma presunta izquierda que reformó la Constitución en una tarde por un telefonazo de Berlín. La misma izquierda que gobierna ahora en Alemania con Merkel y que, fruto de una esquizofrenia nada kantiana y nada teutona, pretende que creamos, ejem, que el SPD puede ser facha de ocho a tres en el Bundestag y rojo de tres a ocho en Estrasburgo.

Y, aunque ahora parezca una entelequia, con el Barça ya en modo de reinicio de sistema (game over, insert coin) es mucho más probable que veamos antes la zurda perdida del niño Messi que la resurrección de esta izquierda desnortada, desvertebrada y descerebrada que tanto trabajo sucio ha hecho para el enemigo.