Europa está pendiente de la decisión de Esquerra

Jaime Miquel
Jaime Miquel TRIBUNA

OPINIÓN

31 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En Esquerra Republicana de Catalunya tienen que decidir si reeditan la coalición Europa de los Pueblos-Verdes (Edp-V, que obtuvo 394.938 votos y 1 eurodiputado en el año 2009), ahora con el legal Sortu, o con la coalición de este partido, Aralar y EA, pero también con el BNG y la Entesa de Baleares, porque La Chunta Aragonesista se equivocaría renovando. A favor de esta decisión, el golpe táctico de medirse con CiU en Cataluña el año próximo y obtener más votos en ese parcial. En contra, el rendimiento político que podrían obtener los republicanos de un acuerdo con los convergentes. Tampoco queremos decir con esto que los aberztales lo tengan decidido, ese es otro asunto. CiU necesita a ERC para aprobar los presupuestos de Cataluña, pero ERC a CiU para fijar la fecha del referendo prometido por Artur Mas. Los convergentes proponen una candidatura soberanista unitaria con todo el sentido político, puesto que ambos habrían fijado una fecha para la celebración del referendo, por ejemplo el 14 de septiembre del año 2014, pasadas las elecciones europeas. Dependiendo de la decisión de ERC se encajarán las demás piezas; supuesto el acuerdo entre catalanes, CiU no renovaría con el PNV y otras formaciones de ámbito autonómico la Coalición por Europa (CEU).

Si finalmente se formaliza la coalición Edp-V entre republicanos y abertzales, el BNG participaría y Anova se quedaría sin su socio preferente, Sortu. Anova potencia una coalición entre quienes respalden un nuevo proceso constituyente u orden nuevo, cuyo modelo de Estado sea, como poco, confederal, con la expectativa de que IU rechazará tal propuesta. Aunque para Anova lo que parece prioritario es que el BNG no aparezca en la fotografía europea, lo que podría suceder si hay pacto entre catalanes y los abertzales se quedan solos, o si decidiendo concurrir en solitario se encuentran con los de Beiras.

Aquí nadie mueve ficha hasta que lo hagan los republicanos, porque hay otros a la expectativa, como sus conciencias, que votan a la CUP, o el emergente Compromís de los valencianos, a quien quizá conviene la concurrencia de ERC con Sortu y el BNG, para volver la cara hacia el noroeste y encontrarse con los ojos de Anova, porque se gustan y suman para entrar en el Parlamento Europeo y expresar su idea común de orden nuevo. También está Equo, el partido verde español, que debería defender su espacio incluso compitiendo con los ecosocialistas catalanes en ese parcial, instalados ahora en la candidatura del comunista Willy Meyer (IU/ICV). Durante el mes de septiembre encajará la primera pieza y enseguida lo harán las demás. Entre tanto, en la ruptura, la gente trabaja con criterios científicos en la improntación electoral del gran cíborg, la mente-máquina colectiva de la sociedad en red del siglo XXI, que es virtual pero también es real, porque colmata el espacio público, se expresa en las encuestas e incluso vota.