Abrir puertas

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

13 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

No he vivido la escena. Me la contaron el lunes y, desde entonces ha vuelto a mi memoria todos los días, como si rebotara en alguna parte mientras conducía. Descrita con sobriedad, incluye pocos elementos: la sección de librería de unos grandes almacenes, una niña y su padre; la niña se agarra con todo el cuerpo a un libro, abrazándolo. El padre dice: «Estás loca si piensas que voy a meter veintiún euros en un libro. Vamos a mirar los juguetes».

Resulta arriesgado juzgar o generalizar. De la anécdota no debo extraer ninguna conclusión sobre los actores, porque no puedo saber con certeza los motivos del padre, no sé cuál era el libro; en realidad, desde fuera no se sabe nada. Parece obvio que el padre no tiene por qué comprarle un libro a la niña solo porque lo pida. Pero me asusta el lenguaje: no ya el «estás loca», sino el «si piensas que voy a meter veintiún euros en un libro», que equivale a «si piensas que voy a tirar el dinero en un libro», no en ese libro en concreto, sino en un libro, en cualquier libro. El asunto se complica con la aparente invitación a comprar juguetes.

Ojalá se trate de una historia aislada. No lo parece a la vista de las encuestas de lectura y del recién publicado informe sobre el mercado del libro. El número de ejemplares vendidos ha caído más de un 20 por ciento en los cinco últimos años. Quizá muchos padres piensan lo mismo que el de la escena sin llegar a decirlo. O casi peor: actúan como si lo pensaran, sin percibir que los libros abren las puertas del mundo, de muchos mundos, o que la ignorancia mata más que el hambre. Mucho más.

www.vagonbar.com