Cinco días

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

04 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Todos los días te transforman, siquiera un poco. Vengo de pasar casi cinco en un curso de la UIMP con cuarenta de los mejores expedientes gallegos que llegan este año a la Universidad y no sé cuánto me han transformado. Pero el balance obvio e inmediato es que salgo más optimista. En contra de lo que suele imaginarse, no son chavales mucho más inteligentes que la media, sino más trabajadores, más constantes y, a menudo, más escuchadores y más sonrientes, llenos como todos de dudas y de miedos, pero fuertes y decididos. Estar con ellos me obligó a repensar muchas cosas.

En la cena del segundo día, de pronto, una de las chicas, saliéndose de la conversación y como si no aguantara más, dijo: «¡Qué bien me lo estoy pasando!». Y luego explicó que no imaginaba que podría disfrutar tanto con un plan así, en el que gastábamos casi todo el día escuchando ponencias y discutiendo. «Hablando de estudios», dijo literalmente. Y eso que la mayor parte de los asuntos tratados nada tenían que ver con su orientación profesional. Después escuché comentarios similares a otros.

Según uno de los ponentes, la diferencia entre Holanda y España estriba en que ellos contratan ingenieros y exportan futbolistas y nosotros contratamos futbolistas y exportamos ingenieros. La ministra de Fomento reconoció unas horas después que Brasil le había pedido trescientos. Cuando esto ocurre, no podemos echar la culpa a los más jóvenes ni, propiamente, al sistema educativo. Si somos capaces de generar talento y no conseguimos retenerlo, nos comportamos insensatamente, como locos que se desangran entre carcajadas, mientras gastan en juego su futuro.

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