¿Quién pagó la cacería?

OPINIÓN

15 abr 2012 . Actualizado a las 13:43 h.

De no haber sido por el fatídico tropezón, jamás nos habríamos enterado. Pero ahora que casi todo se ha sabido, que la política de comunicación de la Casa Real ha quedado tan a la intemperie (irá a visitar a Froilán «en las próximas horas», habían dicho el miércoles), y que ha quedado de manifiesto que el Gobierno no está al tanto de las actividades del Jefe del Estado, ahora ambas instituciones tienen la obligación de explicar un último detalle: ¿Quién más iba en el avión? ¿Quiénes formaban parte del grupo de amigos cazadores? Y, consecuentemente, si es cierto que las arcas del Estado solo pagaron el coste de cuatro escoltas y un médico, ¿quién pagó el resto del festín?

Aunque el Rey sea el único español que está eximido de responsabilidades penales, los millones de ciudadanos que estos días están recibiendo de Hacienda los borradores del IRPF tienen derecho a saber quién pagó ese viaje y quiénes era los acompañantes. ¿Cómo se llaman? ¿A qué se dedican? Porque ya se sabe que la mujer del César además de ser honrada tiene que parecerlo.

En los tiempos que corren, ni la anacrónica familia real británica se permite el lujo de llevar una vida privada al margen de la opinión pública. Las fotos del Rey en Botsuana que están dando la vuelta al mundo fueron tomadas en el 2006, un año antes de que se desencadenara la tormenta perfecta que está acabando con el mundo occidental tal y como lo conocíamos. La sociedad española ha cambiado mucho desde entonces y su tolerancia con según qué cosas ya nunca volverá a ser igual.

En los últimos meses, España está como ningún otro país en el ojo de ese huracán, víctima, con merecimiento, de las tropelías domésticas, pero también de intereses especulativos en los principales parqués bursátiles, y de los vaivenes políticos previos a las elecciones presidenciales en Francia, Alemania y EE.UU.

Lo último que necesitábamos para socavar el poco crédito que nos quedaba era ofrecerle al resto del mundo la imagen de una monarquía bananera.