El corazón verde de Galicia

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

01 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Tiempos de malos humos, también en lo forestal. Ayer las llamas tocaron uno de los corazones verdes de Galicia. As fragas do Eume son santuario y esconden el santuario de Caaveiro. ¿Quién no ha sentido el refugio del silencio, donde solo cantan los pájaros, las ramas de los árboles y el agua del río? ¿Quién no ha llevado en alguna ocasión a amigos de fuera de Galicia hasta las fragas do Eume para presumir de país? La sequía deshidrata Galicia, con un poder que mete miedo. Todos los esfuerzos son pocos para salvaguardar el verde menta de nuestros bosques. Miramos hacia las ciudades y nos olvidamos del campo, que nunca debió de convertirse en una mera retaguardia para fines de semana y festivos. Somos mar, cielo y tierra, desde Tui a Ribadeo, de Fisterra a Verín. Las fragas do Eume son tan míticas como la fraga de Cecebre. De la segunda escribió Wenceslao Fernández Flórez ese bosque animado para siempre. De la primera hay versos de César Antonio Molina. Las fragas son catedrales de la naturaleza, los únicos lugares del mundo donde perdiéndote te encuentras.