El gran teatro de Oklahoma

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

24 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Asistimos casi en directo a los sucesos. La sociedad es un teatro. Internet potencia hasta el infinito el enganche a la actualidad. Pero queda espacio para los raros, como el escritor Vila-Matas. El autor sigue su ritmo y su rumbo y no se deja distraer por los fuegos artificiales y reales del mundo. Ahora publica Aire de Dylan, con esa voz única que tiene. Hay metaliteratura, afectado como está por el veneno de lo literario. Pero también hay más trama que en algunas de sus obras. En cualquier caso es una excelente manera de bañarse en el mundo subacuático del gusto por las historias de escritores y sus manías, y de nadar en el desorden de las conciencias. Lo dice Vila-Matas: «Hay lectores que son conscientes de que a diario los famosos mercados y sus parientes más próximos, los dueños del teatro de Oklahoma, están abusando de su atención». Así es. Pero, igual que hay sitio generoso para Wall Street, Siria, Libia, Irak, Grecia, Japón y China, lo hay para el valor de las palabras, «para la vieja literatura de siempre». El estilo de Vila-Matas consiste en que no sabes nunca por dónde va a salir. Uno de los juegos de su nuevo trabajo es perseguir la autoría de una frase hermosa: «Cuando oscurece, siempre necesitamos a alguien». Pero, a veces, cuando oscurece llega con un libro.