Después de presentar en Galicia «Memorial del engaño» ya prepara una pequeña novela en verso con temas centrados en México, su patria
26 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Publicado a mediados del año pasado, ya es un libro de los que se conocen como de «largo recorrido». Se titula Memorial del engaño (en el sello Alfaguara) y su autor, Jorge Volpi (México, 1968), ha vuelto recientemente a Galicia para participar en A Coruña, en el auditorio del Ágora, en el ciclo Libros en directo, que presenta el también escritor Pedro Ramos.
-¿Por qué lo llamó «Memorial del engaño»?
-Por un lado tenía dos o tres historias que quería escribir y al final terminaron mezclándose. Quería contar la historia de esta crisis económica por una razón un tanto autobiográfica: a mí me tocó vivir al menos cinco crisis económicas en México, alguna tan poderosa o tan devastadora como esta y que cambió drásticamente el nivel de vida de mi familia. Por el otro lado me encontré con esta historia fascinante, la de Harry Dexter White, el creador del Fondo Monetario Internacional, que asumimos como el instrumento capitalista por excelencia y que poco antes de morir fue acusado de ser espía soviético. Y la tercera es que quería escribir un libro sobre las complicadas relaciones entre padres e hijos y los engaños que hay. Esas son las tres historias que se cruzan.
-La historia de un capitalista que era comunista justo en los 25 años de la caída del muro...
-Era una paradoja que tenía muchas ganas de contar. Se discute si era espía o no, o si simplemente entregaba información confidencial a los rusos. Era una época en la que ser comunista en Estados Unidos no estaba tan mal visto como lo estuvo después.
-En el Ágora, en A Coruña, charló con Pedro Ramos, cuya última novela precisamente es sobre otro estafador, Bernard Madoff...
-Fue una conversación muy agradable con bastante público en la sala y que además preguntaba. El narrador de mi novela es otro estafador que podía pertenecer a la misma familia de Madoff. Los villanos no dejan de generarnos atractivo, el tratar de entender por qué alguien se convierte en villano.
-En los títulos de sus libros hay melancolía, locura, ira... ¿Ahora toca la indignación?
-Siempre he tenido tanto títulos como temas duros en un sentido o en otro, a veces personales a veces de trayectorias públicas que de alguna manera retratan los lados oscuros de la naturaleza humana.
-¿Es difícil para un escritor entrar en esos lados oscuros?
-Esa es la materia con la que trabajamos, lo único con lo que trabaja un escritor es con la naturaleza humana, con la propia y la que inventa o saca del olvido.
-Pero ahora, ¿no nos quedamos en la piel de esos sentimientos?
-Es una época en la que triunfa la literatura como entretenimiento, los libros son para pasar el rato, frente a los grandes libros que revelan aspectos desconocidos nuestros o de los demás.
-¿Con qué está ahora?
-Estoy terminando algo radicalmente distinto: una pequeña novela en verso con tema mexicano, con poemas por capítulos.