Darío Villanueva: «La RAE nunca hará un Diccionario políticamente correcto»

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CULTURA

Emilio Naranjo | EFE

No se suprimirán, por tanto, algunas definiciones y acepciones, como gitano, por el mero hecho de que puedan resultar ofensivas para determinados colectivos

23 ene 2015 . Actualizado a las 19:25 h.

El nuevo director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, ha dejado este viernes muy claro que la RAE «no hará nunca un Diccionario políticamente correcto» y no suprimirá por tanto algunas definiciones y acepciones por el mero hecho de que puedan resultar ofensivas para determinados colectivos.

Villanueva ha respondido con esas palabras a la queja que le ha transmitido la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, en un encuentro organizado por el Nuevo Foro de la Comunicación, sobre la acepción de la palabra «gitano» en el Diccionario que la identifica con «trapacero» (quien «con astucias, falsedades y mentiras procura engañar a alguien en un asunto»). En el turno de preguntas, Becerril ha afirmado que los gitanos «han ido cambiando, adaptándose a nuevas circunstancias y viviendo en países desarrollados, pero en el Diccionario subsiste una definición de "gitano" que sería conveniente revisar», y así lo pide este colectivo.

El director de la RAE ha recordado que la Academia ha aportado ya a la oficina del Defensor del Pueblo «una amplia documentación» que justifica esa acepción y otras similares, dado que las palabras «sirven para requebrar, seducir, honrar, pero sirven también para insultar, ser injustos y canallas». «No tiene sentido un Diccionario solo con las palabras bonitas; deben estar todas las que existen». Esa acepción de «gitano» ha sido revisada «profundamente, con todo el respeto y todo el cuidado, pero nunca haremos un Diccionario políticamente correcto», ha asegurado.

Villanueva ha indicado que, el pasado noviembre, la Academia emitió un comunicado en el que manifestaba su máximo respeto a la comunidad gitana y explicaba los criterios que sigue para mantener determinadas acepciones. «Esas palabras existen y se usan, porque la lengua se utiliza también para ser injustos y canallas», decía el director de la RAE antes de señalar que «lo que no va a hacer la Academia» es lo que hicieron en el siglo XVIII los fundadores, que decidieron no incluir en el Diccionario de Autoridades «palabras indecentes». «Esa censura no sería hoy comprensible y, además, el uso ofensivo del idioma no nace del lexicógrafo que recoge lo que se dice sino de la persona que utiliza la palabra que ofende», ha añadido.

«La RAE saldrá de la crisis»

Tras ser presentado por la nueva directora de la Real Academia de la Historia y académica de la Lengua, Carmen Iglesias, que definió a Villanueva como «un humanista y buen gestor», el director de la RAE ha dicho que esta institución superará su actual déficit económico y conseguirá «la estabilidad» con un plan estratégico para cuatro años. Gracias a ese plan se ha creado una sociedad de gestión, dependiente totalmente de la RAE, que descargará a los académicos de tareas económicas y comerciales para que puedan dedicarse de lleno a la elaboración de las obras académicas. «Hemos podido sacar adelante esta sociedad, que es una iniciativa novedosa y quizás un poco arriesgada, porque se ha dejado claro ante el pleno académico que, detrás de esta operación, no hay ninguna voluntad encubierta de privatizar la Academia», ha dicho Villanueva al finalizar el encuentro.

Ante numerosos invitados, el director ha afirmado que «el plan de negocios que se pondrá en marcha permitirá que la RAE sea autosuficiente desde el punto de vista económico». «La RAE saldrá de la crisis. Si yo no creyera que la Academia tiene sobradas posibilidades de conseguir la realización de su plan estratégico, evidentemente no sería director de la Academia», ha subrayado.

«El peor pecado contra las lenguas es usarlas como instrumentos de división»

Darío Villanueva se ha referido también a las otras lenguas que se hablan en España y ha asegurado que la Academia mantiene «una colaboración abierta y leal» con las instituciones que las representan. «La lengua es un instrumento de importantes consecuencias políticas, y en esta política de las lenguas lo fundamental es la lealtad entre todas ellas», aseveraba el director.

Todas «las lenguas son maravillosas, magníficas, son creaciones sublimes de la inteligencia y de la condición humana. Y, siendo como son instrumentos de comunicación, el pecado peor que se puede cometer contra todas ellas es utilizarlas como instrumento de división y no lo contrario», ha afirmado. Las instituciones encargadas de velar por el gallego, el euskera y el catalán «confirman el carácter plurilingüe» del Estado español, y la actitud de la Academia Española es propiciar «un tratamiento de absoluta igualdad y, sobre todo, de absoluta lealtad», ha subrayado.