La sombra de la pedofilia empaña el último vídeo de la cantante Sia

La Voz REDACCIÓN

CULTURA

El polémico clip, tachado de agresivo y sexual, está protagonizado por el actor Shia LaBeouf y la pequeña bailarina de 12 años Maddie Ziegler, que ya conocimos, con su malla y su peluca platino, en la primera canción de la australiana

09 ene 2015 . Actualizado a las 10:39 h.
El videoclip de Elastic Heart fue publicado en Youtube el 7 de enero, hace dos días, y ya acumula 12.289.857 visitas. El secreto reside más en una telaraña de factores que en una sola y concreta explicación, pero la polémica es quizá la que más culpa tiene en este aluvión de reproducciones. La cantante australiana Sia es una polémica en sí misma. El clip de su anterior canción, Chandelier, se convirtió en uno de los grandes virales del 2014: un tema pegadizo, una impresionante coreografía interpretada por la flexible y pequeña bailarina de 12 años Maddie Ziegler y ni rastro de la intérprete. Porque desde el año pasado Sia no ha dado la cara. Decidió primero retirarse de los micrófonos y escribir para otros y, después, lanzar su particular carrera musical exponiendo solo su voz y nunca su rostro. La australiana llegó incluso a cantar de espaldas a la cámara en el programa de Ellen DeGeneres. Protagonizó la portada de una revista con una bolsa en la cabeza. «Si cualquier persona, aparte de los famosos, supiesen lo que significa ser famoso no querrían serlo nunca», trató de explicar en una ocasión. Sin embargo, no son pocos los que creen que sus modos responden más a una cuestión de márketin. De llamar la atención. Y es por este mismo sendero por el que discurre su último y controvertido videoclip. En él, el actor Shia LaBeouf y la niña contorsionista de la peluca platino -alter ego de Sia- libran una intensa y emociona batalla dentro de una jaula, un baile tan agresivo como tierno que, sin embargo, ha puesto en pie de guerra a unos cuantos que dicen intuir en esta performance la sombra de la pedofilia.Los protagonistas de la hipnótica danza se muestran ante el espectador en el interior de una jaula circular, casi desnudos, ataviados únicamente con prendas interiores del mismo color de la piel, sucios y desaliñados, lo que les da un aspecto natural y primitivo que puede llegar a resultar incluso perturbador, hasta intimidante. Nacen de esta sensación, del intercambio de gestos y miradas entre LaBeouf y Ziegler, las críticas más severas contra el trabajo de la cantante. Los comentarios han alcanzado tal grado de seriedad («incómodo», «repugnante», «pedofilia»...) que la propia Sia la lanzado varios mensajes a través de cuenta oficial de Twitter disculpándose y explicando que su intención era crear un contenido emocional, no molesto.