Edmon Roch: «Cuando Luís Tosar dijo 'sí' a 'El Niño', todos respiramos»

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Además de su faceta de productor, Roch ha dirigido el documental «Garbo, el espía».
Además de su faceta de productor, Roch ha dirigido el documental «Garbo, el espía». vítor mejuto< / span>

El productor del filme cree que su éxito se debe a su tono casi documental

22 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Detrás de dos éxitos del cine español reciente, Las aventuras de Tadeo Jones y El niño, está el trabajo del productor Edmon Roch (Gerona, 1970). Para tratar de explicar esos logros, Roch ha estado en Galicia, en una clase en la Fundación Averhó y en el foro organizado por el Clúster Audiovisual Gallego y el Máster en Produción e Xestión Audiovisual, título de la Universidade da Coruña que imparte la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre.

-¿Cuántas veces le han preguntado por el secreto del éxito de «El niño»?

-No lo hay. Es una mezcla de talento creativo del director y guionista, Daniel Monzón, y de una historia increíble que merecía ser contada. No vende acción de forma gratuita para sorprender, sino que narra una historia real, de ahí al lado, en el Campo de Gibraltar, y lo hace con una capacidad de entretener sin faltar a la verdad que es sorprendente. El mérito es de esa historia y de haberla contado de la forma más cercana a la realidad, con un tono casi de documental.

-Como en «Celda 2011», el tándem Daniel Monzón-Luís Tosar ha vuelto a funcionar.

-Totalmente. Es curioso, porque cuando Daniel escribió la película con Jorge Guerricaechevarría el único personaje pensado para alguien era el de Jesús para Luís Tosar, pero Luís no lo sabía. Y Daniel tenía un cierto temor porque lógicamente no sabíamos si le gustaría hasta que leyera el guion. Para nosotros era ideal, porque es un actorazo y se mete en la piel de los personajes, y además el éxito de Celda 211 nos ofrecía garantías de que habría un público predispuesto. Cuando Luís dijo «sí, quiero hacer la película», todos respiramos. Tuvimos la inmensa fortuna de contar con él.

-¿«El niño» es el ejemplo de que se pueden contar historias de aquí con modelos norteamericanos y a la vez hacerlas exportables?

-Sí, en España tenemos unos equipos altamente cualificados y eso permite que podamos hacer desde España y en español El Niño, inventándonos nosotros la forma de filmar. Puede venir Ridley Scott a filmar Éxodo o cualquier director de Hollywood a rodar aquí y utilizar la capacidad logística y técnica de los equipos españoles en la misma igualdad de condiciones que los americanos, en películas tremendamente competitivas y exigentes. En la parte técnica estamos capacitados al más alto nivel. En la parte narrativa, una de las cosas que quería Daniel era hacer una película que no copiase los modelos americanos de narcotraficantes, y hacer una película muy de chavales del sur, donde los malos no fueran tan malos, con una realidad más compleja a lo que estamos acostumbrados en el cine de Hollywood.

-Usted es productor pero también ha sido guionista y director.

-Me ha ayudado mucho esa polivalencia, porque por un lado es bueno saber de todo, pero también rodearte de gente que es mejor que tú para cada trabajo específico. Entiendo la función del productor no solo como financiera, que también, sino sobre todo creativa, de estar al lado del director ayudándole con un criterio común a que haga la película que quiere hacer, ayudándole a sortear las dificultades.

-Ha trabajado con directores como Annaud, Iñárritu, Greenaway... ¿Cómo encara esa relación?

-Primero, intentando entenderlos. Segundo, apasionándote por lo que se quiere hacer. Lo que más agradezco de un director es su nivel de exigencia, coherencia y conocimiento de lo que quiere. Con Greenaway aprendí algo muy importante: cuando te dicen que algo es imposible, no es que no se pueda hacer, es que no se puede hacer de la forma convencional. Siempre encontrábamos la forma de resolver problemas que de haberlos afrontado de una forma convencional jamás habríamos podido solucionar.