El Kiosco Alfonso, en A Coruña, acogerá una exposición comisariada por el hijo del artista con 85 obras, desde esculturas a dibujos o la maqueta del «Peine del viento»
01 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.«Gracias al espacio existen límites en el universo físico y yo puedo ser escultor. ¿Qué clase de espacio hace posibles los límites en el mundo del espíritu? ¿No son la construcción y la poesía componentes esenciales de todas las artes? Al alba conocí la obra. Puede ser de mil maneras, pero solo de una. ¿No es el camino el que, desde la libertad, nos conduce a la percepción? ¿No es el arte algo que le ocurre al hombre ante sí mismo y ante un testigo implacable: la obra?». Estas son algunas de las muchas preguntas que se hacía Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924-2002) hace dos décadas en su discurso de ingreso como miembro honorario en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Estos interrogantes dan ahora título a la exposición del artista vasco que desde el 21 de noviembre al 15 de enero estará abierta en el Kiosco Alfonso de A Coruña: Preguntas de Eduardo Chillida.
«Hoy cumplimos con un sueño: lograr que A Coruña, vecinos y visitantes puedan disfrutar, por primera vez, de una exposición de un artista clave en la evolución artística nacional e internacional del siglo XX», afirmaba ayer la concejala de cultura, Ana Fernández, al anunciar la muestra. Teresa Porto, de la Fundación Abanca, explicó que 84 piezas han sido cedidas por el Museo Chillida?Leku, de Hernani, y una por Abanca. Son solo una pequeña parte de las 1.700 obras que dejó el artista, según el Catálogo razonado de escultura del artista que anteayer se presentó en San Sebastián y que recoge toda su creación escultórica.
Las piezas de la exposición ocuparán las dos plantas de Kiosco Alfonso y permitirán, según detalló Porto, conocer toda la amplia variedad de materiales que utilizó el autor para sus creaciones. Así, en la exposición podrán verse esculturas, gravitaciones, dibujos, collages o grabados, así como una de las maquetas que utilizó para la elaboración de una de sus obras más conocidas, la escultura instalada en el paseo marítimo donostiarra Peine del viento.
La primera planta del Kiosco Alfonso acogerá una selección de esculturas del artista, así como obras en papel, junto a las páginas del libro Preguntas de Eduardo Chillida a gran escala. La segunda planta estará dedicada a la obra gráfica y libros de artista del escultor. «Toda la muestra ha sido diseñada con una clara intención didáctica ya que la diversidad de materiales y formas que la componen son un viaje apasionante al mundo personal del artista», reseñó Fernández.
La sensibilidad del hijo
«Hablamos de una oportunidad única para disfrutar de la obra de Chillida -añadió-, de la variedad y riqueza de su producción, de su búsqueda constante de nuevas formas y materiales, la pervivencia de las raíces en su obra y su inconfundible expresividad; pero, también, hablamos de un acontecimiento inigualable porque esta exposición surge del profundo conocimiento y sensibilidad que puede tener un hijo sobre la obra de su padre; en este caso, Ignacio Chillida, comisario de la exposición».
De todos modos, ni Fernández ni Porto quisieron entrar en demasiados detalles sobre la exposición alegando que será el propio Ignacio Chillida, el comisario, «el que quiera explicar cómo la ha preparado». Ambas elogiaron la disponibilidad con la que los descendientes del artista acogieron la posibilidad de exponer «en una ciudad en la que Chillida nunca estuvo».
Finalmente, pusieron de relieve la vertiente didáctica de la muestra para la que han preparado visitas guiadas tanto para escolares como para adultos.