Mafalda se une a Woody Allen como icono de la ciudad de Oviedo

Juan Carlos Bermejo EFE

CULTURA

J.L.Cereijido | EFE

Su creador, Quino, inauguró emocionado la segunda estatua oficial del popular personaje

23 oct 2014 . Actualizado a las 18:08 h.

Una estatua de Mafalda sentada en un banco frente al estanque del Campo de San Francisco de Oviedo se ha unido desde hoy a la de Woody Allen como icono de la ciudad desde que en 2003 una imagen del cineasta neoyorquino se convirtiera en la foto más buscada por los turistas que visitan la capital asturiana.

La réplica de ochenta centímetros de la estatua que Mafalda ya tiene en Buenos Aires desde 2009 ha sido descubierta hoy por su creador, Joaquín Salvador Lavado, «Quino», que mañana recibirá en Oviedo el Premio Príncipe de Comunicación y Humanidades 2014.

Quino ha posado junto a Mafalda satisfecho del homenaje que le ha brindado el numeroso público que ha acudido al acto en el que ha destapado la estatua ayudado por el alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, y por el autor de la obra, el escultor argentino Pablo Irrgangen.

Para Iglesias Caunedo, Mafalda forma parte desde hoy, junto a Woody Allen, homenajeado con su estatua por las elogiosas palabras que dedicó a Oviedo tras recibir el Príncipe de las Artes, del «alma» de la ciudad y «relevará» como protagonista al cineasta como «reclamo» fotográfico para los turistas.

«Mafalda podrá ver los cisnes y patos de este estanque que siempre ha estado ligado a los niños de Oviedo», ha apuntado, tras agradecer a Quino, que la ciudad se haya convertido en la segunda del mundo tras Buenos Aires en disponer de un reproducción de Mafalda autorizada por su autor para ocupar un espacio público. Irrgangen se ha manifestado sorprendido por la repercusión que ha tenido este acto «tan lindo» y ha destacado también la ubicación desde la que Mafalda «podrá mirar absorta como nadan los patos».

La escultura está recubierta con resina epoxi y fibra de vidrio para hacerla resistente al invierno asturiano y su autor ha confesado que cambió el color verde del vestido de Mafalda en la estatua bonaerense por un rojo «que entonaba mejor en este hermoso parque».

Tras el acto, niños y mayores han guardado cola para fotografiarse con la idealista e inconformista Mafalda e incluso un aficionado del Real Oviedo no ha perdido la oportunidad de colocarle una camiseta y una bufanda para no dejar dudas de su filiación futbolística desde su primer retrato en la capital asturiana. A partir de ahora, la Mafalda ovetense dejará a su pretendiente platónico Felipe, al interesado Manolito o a la egocéntrica Susanita para buscar amistad entre los numerosos niños que desde hoy se acercarán a su banco interesados por saber quién es esa niña que mira absorta a los patos y que no le gusta la sopa.