«Strut», de Lenny Kravitz

CULTURA

Roxy Records, 12 temas y 15 euros

19 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

A estas alturas de su carrera pocos esperan ya sorpresas de Lenny Kravitz. Su fórmula está casi tan definida como la tableta de abdominales que luce en su portada: rock negro de querencia retro con paradas en el terciopelo baladístico. Todo con un nivel compositivo correcto. Sí, jamás ha hecho nada sobresaliente. Tampoco nada deleznable.

Su ya décimo disco se anunció como una vuelta al rock, a la crudeza y la espontaneidad. Y, de inicio, muestra la intención de seguir tirando de la fórmula con esos riffs machacones sustentados en gruesas líneas de bajo que, a veces, recuerdan a su pasado. Por ejemplo, el arranque de Dirty White Boots parece guiñar un ojo a su celebérrimo Fly Away. Y Sex parece pedir plaza en sus próximos directo entre Mama Said y Are You Gonna Go My Way?

Eso de arranque, porque luego el disco baja el tempo, se enreda en la suavidad de The Pleasure and The Pain o Frankenstein para caer en el aburrimiento y la total irrelevancia. Y así se va escuchando sin que deje huella alguna. Como casi todos los suyos, vamos. Eso tampoco es novedad.