El rock es rocanrol y los hippies son jipis

La Voz

CULTURA

16 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los aspectos más interesantes de una nueva edición del Diccionario es el tratamiento que da a los extranjerismos. Pasa a considerar palabras españolas, aunque con su forma original, voces registradas hasta ahora como extranjerismos, como punk (cierto movimiento musical), que ha parido al castizo punki, o suite. Entran directamente como españolas con su grafía original blog, que ya genera bloguero; camp y flap ('superficie auxiliar del ala de un avión').

Otros extranjerismos han sido adaptados en esta edición del Diccionario. Son, por ejemplo, los casos del inglés bungalow ('casa pequeña de una sola planta destinada al descanso'), que se convierte en bungaló; cricket, el juego, es ahora críquet; lycra ('tejido sintético elástico'), se adapta como licra; paddle (cierto juego de pelota) como pádel, y topless como toples. El inglés western se convierte en el español wéstern mediante la adición de una tilde; igual que handicap, voz del golf y la hípica, se españoliza como hándicap. Bypass ('desvío en un circuito') pasa a escribirse en español como se pronuncia en inglés, baipás; y ping-pong es ahora pimpón. Smog ('niebla mezclada con humo y partículas en suspensión') se ha adaptado como esmog; spanglish (modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos) como espanglish, y spray ('aerosol') como espray.

Poco éxito se les augura a dos de las adaptaciones introducidas en el DRAE: hippie o hippy como jipi, y rock and roll como rocanrol. De este da el adjetivo rocanrolero.

Un proceso inverso al de estas adaptaciones es el del inglés clown ('payaso'), que en el Diccionario de 1970 se adaptó como clon, forma que ahora desaparece para mantener solo la original extranjera. Un caso similar es el del vasco abertzale ('patriota', 'nacionalista radical'), que en el DRAE de 1992 se adaptó como aberzale, forma que ahora desaparece.