La Orquesta Joven de la Sinfónica celebra su vigésimo aniversario con dos conciertos
20 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Para un músico, tan importante como el aprendizaje individual de un instrumento es su desarrollo como miembro de una formación. Estos dos pilares han orientado la actividad de la Orquesta Joven de la Sinfónica de Galicia desde su fundación en A Coruña hace veinte años bajo el nombre de Escuela de Práctica Orquestal, y que celebra su vigésimo aniversario con dos conciertos especiales: hoy en Santiago (Auditorio de Galicia, 20 horas) y mañana en A Coruña (Palacio de la Ópera, 20.30 horas). Actuarán también la Orquesta de Niños y los Niños Cantores, formaciones nacidas al abrigo del programa educativo de la Sinfónica, SonFuturo, que se completa con otro coro de jóvenes.
En estos veinte años han pasado por la Orquesta Joven un millar de músicos de unas cuarenta provincias. La Joven fue para muchos de ellos su primera experiencia en el contexto de una orquesta, donde no solo cuenta el dominio del instrumento, sino la conjunción musical y la convivencia personal. «Tocar en una orquesta se aprende tocando en una orquesta», dice con naturalidad Alejandro Sanz Redondo, actual director artístico de la formación y el responsable de supervisar la selección de aspirantes de entre los más de 400 que cada año desean entrar en la Orquesta Joven. Suelen tener entre 16 y 22 años y se quedan un par de años, que a veces se prorrogan a un tercero. ¿Qué busca Sanz en los candidatos? «Tratamos de identificar el talento en relación a la edad: a veces ves a chicos de 22 que lo hacen muy bien y otros de 16 que tienen un nivel más bajo, pero percibes en ellos el potencial para llegar muy lejos».
A cambio, los alumnos avanzan en sus destrezas de ejecución, pero también en todo lo que supone formar parte de un colectivo. «Asumen su propia responsabilidad: cada uno tiene su parte y sabe que debe desarrollarla a su máximo nivel», explica Sanz. «Y no solo tienen que tocar, tienen que oírse, colaborar entre ellos», añade. El propósito último es, en palabras del director, «forzar la máquina»: «Intentamos conseguir un desequilibrio en ellos, que alcancen ese punto en el que ven que son capaces de tocar mucho mejor de lo que están tocando».
Ese talento que Sanz busca discernir en las audiciones anuales James Ross lo resume en «creatividad y energía». Ross fue el primer director de la Escuela de Práctica Orquestal y recuerda con especial ilusión esos tiempos iniciales de búsqueda de jóvenes valores para un proyecto del que, admite, «no se sabía muy bien qué esperar». El resultado, un éxito colectivo y también personal para el norteamericano. «De todos los proyectos en los que me he involucrado tengo muy claro que este es del que más orgulloso me siente», afirma con entusiasmo. Sabe que se emocionará en los conciertos de aniversario cuando empuñe de nuevo la batuta al frente de la Joven para interpretar la Sinfonía n.º 10 de Shostakóvich y Lingua de escuma, una obra de Fernando Buide sobre un poema de Javier Vizoso. Buide pasó por la Joven cuando Ross la dirigía. «Entonces era un quinceañero con mucho talento y ha podido desarrollarlo. Es una ilusión y un privilegio dirigir su composición», afirma el norteamericano. «Se completa un círculo», ratifica Sanz. Unos círculos se van cerrando, al mismo tiempo que otros se abren y se proyectan en el futuro de la música.
Pedro Rodríguez
Violín
Universidad de Indiana
«Lo que aprendí en la Orquesta Joven me llevó a dedicarme profesionalmente a la música»
Uxía Martínez Botana
Contrabajo
Kremerata Báltica
«Fue la mejor preparación que pude tener para las orquestas con las que toco hoy»
Pablo Lago
Trompa
Phil. Orch. Kiel
«O traballo era de gran intensidade, con moi bos resultados individuais e colectivos»
Inés Picado
Viola
Universidad de Indiana
«Fue la etapa más importante en mi formación como violista, ya que propició que me dedicase a ello»
Iria Folgado
Oboe
G. Mahler Jugendorch.
«Aprendí a resolver cualquier problema musical, ser profesional y compañera en una orquesta»
Jesús Porta
Percusión
NDR Sinfonieorchester
«La Orquesta Joven representó para mí el puente ideal entre la vida de estudiante y la vida profesional»