Charlot se hace centenario

Miguel Anxo fernández

CULTURA

El mítico personaje vagabundo creado por Chaplin asomó por primera vez en febrero de 1914, en un corto de la Keystone de Mack Sennett

14 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Al dirigirme al vestuario pensé que podía ponerme unos pantalones muy holgados, unos zapatones, y añadir al conjunto un bastón y un sombrero hongo. Quería que todo estuviera en contradicción: los pantalones, holgados; la chaqueta, estrecha; el sombrero, pequeño, y los zapatos, grandes. Estaba indeciso si debía parecer viejo o joven, [?] me puse un bigotito, que, en mi opinión, me añadiría edad sin ocultar mi expresión». Así relata el origen de su mítico Charlot, cómo concibió el personaje, el propio Charles Chaplin en su ejemplar Mi autobiografía, publicada en 1964. Nacía así el icono por excelencia, la imagen más reproducida del cine en el siglo XX, es decir, del cine, el vagabundo que daba pasitos cortos y hacía molinetes con su bastón, que inspiraría a poetas, pintores, dibujantes, músicos, directores y cómicos.

Aquella primera obra, según la filmografía establecida por el propio Chaplin -antes había salido en Making a Living, encarnando a un periodista-, se tituló Mabel?s Strange Predicament, como parte de la treintena de cortos de una bobina (300 milímetros) producidos por la compañía Keystone de Mack Sennett (también fue el realizador) en 1914, y en los que Chaplin pronto pasaría a ejercer como guionista y director. Enseguida el éxito lo animó a irse a los Estudios Essanay para hacer dieciséis películas entre 1915 y 1916, de uno y dos rollos, que, a comienzos de 1916 y parte de 1917, serían doce. En todas ellas, Chaplin aparecía escribiendo, dirigiendo y actuando. Su popularidad para entonces ya era global, y, como escribió el realizador y crítico francés François Truffaut en 1974, «el público, con un entusiasmo cuyas proporciones son hoy difíciles de imaginar [?], convirtió a Chaplin en el hombre más famoso del mundo en la época inmediata a la Primera Guerra Mundial». Su fichaje por la compañía First National -entre los años 1918 y 1922- traerá filmes ya de más larga duración, como son ¡Armas al hombro! (1918) y El chico (1920), cuyo plano en que Charlot aparece sentado en unas escaleras junto al carismático niño Jackie Coogan será uno de los pósteres más reproducidos de todos los tiempos. Todo Hollywood se rendía ante aquel cómico inglés, menudo y bajito, de apariencia casi insignificante, y el negocio cinematográfico lo entronizaba entre los más grandes nombres de la época.

United Artists

Fue entonces cuando el director David W. Griffith, la actriz Mary Pickford, el actor Douglas Fairbanks y el propio Charles Chaplin crearon la compañía United Artists (UA) para poder así combatir el excesivo porcentaje de beneficios que se reservaban los productores de aquella primera era dorada del séptimo arte. Chaplin aportaría a UA ocho largometrajes en la horquilla 1922-1955, entre los que se hallan algunos de sus títulos más emblemáticos: La quimera del oro (1925), El circo (1927), Luces de la ciudad (1930) y Tiempos modernos (1935). Se cerraba así el brillante ciclo Charlot.

Como escribió el gran teórico y crítico André Bazin en su magna obra ¿Qué es el cine? (1958-1963), «Charlot es un personaje mítico que domina cada una de las aventuras en que se mezcla [?]. Para centenares de millones de hombres sobre el planeta, Charlot es un héroe como lo fueron Ulises o Rolando para otras civilizaciones». Cinematecas y televisiones de todo el mundo se disponen a celebrar su centenario. Charlot también es un personaje del siglo XXI.