Los Oscars 2014, sin un dueño claro

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ADREES LATIF

«Gravity» y «12 años de esclavitud» suenan como los títulos con más posibilidades en una gala con abundantes momentos musicales

01 mar 2014 . Actualizado a las 22:07 h.

No hay quinielas fiables. Este año los Oscars 2014 no tienen un favorito y la tensión se diluye al advertir que, como en las últimas ediciones, nada menos que nueve títulos pueden llevarse la estatuilla a la mejor película. La actriz Ellen DeGeneres, que ya condujo la ceremonia del 2007, presentará el mayor evento del mundo del entretenimiento, que en Estados Unidos siguen 40 millones de espectadores. Sólo la final de la liga de fútbol americano, la Super Bowl, tiene más poder de convocatoria. Un anuncio de 30 segundos en los Oscars costaba el año pasado casi dos millones de dólares. Resolver el misterio, en cualquier caso, exigirá trasnochar: la alfombra roja de los Oscars 2014 arranca a la una de la mañana, hora española, y la gala a las 2.30 horas (en Canal Plus).

12 años de esclavitud, Gravity y La gran estafa americana son las que tienen más boletos para triunfar en los Oscars 2014. El crudísimo drama del británico Steve McQueen ambientado en el Sur esclavista ha sido elegido por la Asociación Nacional de Escuelas Públicas de Estados Unidos para formar parte del currículum pedagógico de los estudiantes de Secundaria. Los institutos del país proyectarán una versión (censurada) de las torturas que sufre Solomon Northurp (Chiwetel Ejiofor), un hombre negro libre capturado para ser vendido en una plantación de Louisiana.

12 años de esclavitud es, pues, una ganadora ideal para la era Obama y una manera de limpiar la mala conciencia de la América progresista. Además, ¿no va a entregar un Oscar el mismísimo Sydney Poitier? A su lado, El lobo de Wall Street resulta un derroche de incorrección política con los excesos politoxicómanos de un yuppie que se dejó arrastrar por la erótica del dinero. Todavía muchos se preguntan si Scorsese ha firmado una sátira o una celebración de unos tiempos sin ética que nos han llevado a esta crisis global. Eso sí, estaría bien que Leonardo DiCaprio, gozosamente pasado de rosca, se llevase al fin el Oscar en su cuarta nominación.

Gravity aspira a diez estatuillas, las mismas que La gran estafa americana, que con buen criterio se ha titulado en Francia American Bluff. Del thriller setentero firmado por el sobrevalorado David O. Russell nadie se acordará dentro de un tiempo. Gravity en cambio ha inventado soluciones técnicas para conseguir el acercamiento más realista al cosmos jamás visto en una pantalla de cine. Ninguna película ha tenido más razón de ser en 3-D que la odisea espacial de Alfonso Cuarón. Al descubrir en el making of que hasta el cuerpo de los actores es obra de la magia digital se entiende que el director mexicano haya empleado cinco años de su vida en una memorable odisea que le puede reportar a Sandra Bullock su segundo Oscar.

Otra actriz que estará nerviosa será Cate Blanchett, clara favorita por Blue Jasmine hasta que la hija de Woody Allen volvió a acusarle de haber abusado sexualmente de ella cuando era una niña. Como es habitual, el director de Manhattan -candidato al mejor guion- no acudirá al Teatro Dolby, aunque tampoco debe tener muchas ganas de tocar el clarinete. DiCaprio mirará de reojo desde su butaca a Matthew McConaughey, que en Dallas Buyers Club -estreno en España el 14 de marzo- encarna a Ron Woodroof, un cowboy de rodeo tejano, drogadicto y mujeriego, al que en 1986 le diagnosticaron sida y emprendió una lucha para que se permitiera comercializar el medicamento que combatía la enfermedad. McConaughey cuenta con dos bazas para ganarse el favor de los académicos: encarna a un personaje real y adelgazó 22 kilos en la mejor tradición de excesos del Método Stanislavski.

En cualquier caso, los perdedores de los Oscars 2014 se irán contentos a las fiestas que se celebran en Los Ángeles tras la ceremonia gracias a una bolsa de regalos valorada en 62.000 euros. Los actores y directores recibirán entre otros obsequios viajes a Hawaii, Canadá y México, tratamientos de belleza «para rejuvenecer el tejido genital de las mujeres», sesiones de entrenamiento y hasta un surtido de preservativos.

La 86 edición de los Oscars promete abundantes momentos musicales en un intento de atraer a ese público joven que llena los teatros de Broadway. Por algo repiten como productores de la gala Craig Zadan y Neil Meron, las mentes detrás de éxitos de los escenarios como Chicago y Hairspray. Cantarán en directo U2, Pink y Bette Midler. Habrá un hueco para celebrar el 75 aniversario de El mago de Oz -se esperan a los tres hijos de Judy Garland, con Liza Minnelli a la cabeza- y el leit motiv de la gala serán los héroes del cine, un abanico muy amplio que incluye desde Gandhi a Batman. Las estrellas emergentes -Zac Efron, Jennifer Lawrence, Emma Watson- compartirán el escenario con Will Smith, John Travolta, Brad Pitt, Angelina Jolie, Robert de Niro y Harrison Ford, entre otros. Solo una artista española entregará uno de los premios: Penélope Cruz.