La entrada en vigor de la rebaja del IVA cultural del tipo general del 21 % al reducido del 10 % repercutiría en los precios de las entradas de cine y de teatro, así como de espectáculos de música en directo. No así en productos de música grabada, que permanecerían en el tramo más alto en virtud de una directiva comunitaria. Ayer desde el sector se transmitía una sensación agridulce. «Nos alegramos por lo que sería una rebaja para los otros sectores, por supuesto, pero tenemos la impresión de que la música grabada sigue siendo la cenicienta de la cultura», declaró Antonio Guisasola, presidente de Promusicae, que agrupa al 95 % de las discográficas.
Es más, la rebaja incluso sería perjudicial para esta rama de la industria cultural, ya que, por ejemplo, un DVD con una película cinematográfica tributaría al 10 %, mientras que una obra musical seguiría al 21 %. «Afectaría todavía más al consumo de un sector ya tocado», vaticina Guisasola, en referencia al daño que la piratería también inflige a las discográficas.
A Guisasola y las compañías agrupadas en Promusicae les gustaría que el Gobierno, además de llevar a cabo esa homologación del IVA cultural al 10?%, «abanderase la rebaja del impuesto para la música grabada al 4 % y que España fuese pionera en Europa en pedir esa condición especial para los discos». «Mientras tengan la consideración de objeto de lujo, no tenemos nada que hacer», se lamenta Guisasola.