El ascensor de Ribadeo, premio a la renovación urbana en Italia

Xesús Fraga
Xesús Fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El galardón Riuso distingue el trabajo del estudio Abalo Alonso

12 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El ascensor panorámico que une el casco histórico con el puerto de Ribadeo ha sido distinguido por el Consejo Nacional de Arquitectos de Italia y el salón de la innovación SAIE con el premio Riuso, destinado a galardonar intervenciones que destaquen por su contribución a la regeneración urbana y la sostenibilidad energética en las ciudades. La obra del estudio compostelano formado por Elizabeth Abalo y Gonzalo Alonso venció en la categoría reservada a arquitectos e ingenieros, en la que se impuso a otros 400 contendientes de toda Europa. Además, Riuso contempla otros dos apartados, para obras impulsadas por la Administración y para tesis académicas, respectivamente.

El proyecto de Abalo y Alonso nace en el 2005 con el objetivo de levantar una estructura que salve los 35 metros de desnivel que separan el puerto del casco histórico ribadense. «La falta de conexión entre ambas zonas había creado una zona de saco en la parte posterior del ayuntamiento», recordó ayer Gonzalo Alonso. «En consecuencia, había cierta degradación y carecía de vida comercial, algo que se intentó paliar buscando una zona de tránsito con el puerto», añade el arquitecto. Aquel propósito inicial se vio ampliado con las posibilidades turísticas que se abrían con la instalación del ascensor panorámico, por lo que al encargo municipal inicial se sumaron otras instituciones, lo que permitió que el proyecto ganase en ambición.

El resultado fue una estructura vertical que recuerda al torreón de una muralla, pero que en su interior alberga un ascensor, y cuyos material principal no es otro que un hormigón negro con textura de pizarra. «Hay gente que cree que es pizarra y luego se sorprende», admite Alonso. La piedra y el acero completa lo que el estudio define como «una paleta de materiales austera», pero que tiene su sentido en la vocación de integración con la que nació el ascensor. «No creemos en los ovnis», dice, muy gráficamente, Alonso, para referirse a la necesidad de que una nueva construcción conviva sin fricciones con un entorno histórico. «Ya habíamos hecho intervenciones en Santiago, que cuenta con un patrimonio muy consolidado, y siempre estamos muy atentos a la sensibilidad del entorno para conseguir esa integración», resume el arquitecto. «Nos hace especial ilusión que lo hayan destacado, teniendo en cuenta que Italia dispone de un patrimonio histórico riquísimo».

Promover la regeneración

En su fallo, el jurado italiano destacó el proyecto de Abalo Alonso por representar un ejemplo elocuente de «cómo se puede intervenir de un modo eficaz en un espacio público degradado, consiguiendo su regeneración». Ese es el objetivo que pretenden promover los premios Riuso, para llamar la atención de la necesidad de una regeneración arquitectónica, ambiental y energética. El galardón lo entrega el viernes el ministro de Medio Ambiente italiano, Andrea Orlando.