El cineasta que filmó Galicia para la emigración

Miguel Anxo Fernández

CULTURA

Manuel Aris Torres falleció el pasado 29 de agosto en el Hogar Gallego de Buenos Aires

21 sep 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

Era un hombre discreto y discreta fue su marcha. Falleció el pasado 29 de agosto en el Hogar Gallego de Buenos Aires. Tenía 93 años y no dejó de visitar su Poio paterno mientras le fue posible. Una de sus visitas, para él inolvidable, ocurrió el 4 de agosto de 1997, con el homenaje que su concello le brindó, a iniciativa del historiador Xosé Henrique Acuña, que formó parte de las Xociviga carballiñesas, que ya recuperaron su figura en 1991, junto a la proyección del documental en Agfacolor y 35 mm, Tierra de nuestros mayores, que los parientes del productor verinense Francisco Fernández, y socio de Aris en Hispanoamericana Producción, conservaban en la villa del Támega. De la película, rodada en Galicia en 1959, y de gran éxito entre la emigración gallega en Uruguay y Argentina, solo se conservan dos copias, la ya referida y otra de la Filmoteca Española, al haberse perdido el negativo en el incendio de los laboratorios bonaerenses Álex en 1969.

Recuperada su memoria de documentalista por el historiador Manuel González, en 1990, desde entonces el nombre de Manuel Aris se restituía como el más importante filmador de la emigración junto Armando Hermida Luaces (Ribadavia, 1909-Buenos Aires, 1997). Aris previamente había participado en Uruguay, adonde había emigrado con sus padres en 1929, como ayudante de cámara y de producción en El pibe Carlitos (Daniel Sposito, 1950) y sobre todo en un clásico del cine uruguayo, la épica El desembarco de los 33 orientales (Miguel Ángel Melino, 1952). Mientras tanto, comienza a filmar documentales en 16 mm. A Caminos de España en el Uruguay (1954-1957), que reaprovecha el título del programa de radio que mantendrá desde 1952 a 1973, le seguirán Un viaje por Galicia (1958) y Por los caminos de España (1959), hasta llegar a Tierra de nuestros mayores, rodado «en dos meses y medio, por Santiago, Pontevedra, Vigo, Ourense, Verín, Lugo, Betanzos y A Coruña», como había declarado el propio Aris al diario vigués El Pueblo Gallego. Acuña y quien esto escribe acompañamos a Aris en el homenaje de Poio, que incluyó la proyección de ese filme en la explanada del monasterio. Después, ante una botella de albariño y unos camarones en el Bar Otilio, Aris nos comentó entusiasmado el proyecto que llevaba años promoviendo: La ruta de Colón, para demostrar que el navegante había sido paisano suyo? Contaba 77 años. Bien sabíamos de lo imposible de aquel sueño. Aris fue un documentalista, simplemente al servicio de sus compatriotas emigrados, un mundo que le apasionaba.

(Poio, 1920-Buenos Aires, 2013)