El estadounidense es conocido por sus novelas de ciencia ficción, como «Soy Leyenda» o «El hombre menguante»
26 jun 2013 . Actualizado a las 00:14 h.El escritor estadounidense Richard Matheson, conocido por sus novelas de ciencia ficción como Soy leyenda o El Hombre Menguante, murió el domingo a los 87 años en su vivienda de Calabasas, a las afueras de Los Angeles.
Así lo confirmó hoy la Academia de Cine de Ciencia Ficción, Fantástico y de Terror. Los académicos se disponían a entregarle mañana un galardón honorífico.
Hijo de emigrantes noruegos, Matheson se crió en Nueva York y estudió periodismo. Ya desde su primer relato dejó claro qué tipo de material recibirían en adelante sus lectores: ciencia ficción, aderezada con terror.
En Born of Man and Woman, un niño maltratado por sus padres y relegado a un sótano se encuentra con su hermana, criada de forma normal y que no sabía de su existencia. El tema de este niño criado a escondidas y con dones sobrenaturales fue copiado decenas de veces.
Matheson tenía apenas 22 años cuando cosechó este primer éxito, y 28 cuando publicó su primera novela: Soy leyenda. En ella narra la historia de un hombre que, tras una epidemia, es el único que no acaba convertido en vampiro. Escrita en 1954, se enmarcaba en un cercano futuro: Los Angeles, 1976.
El libro fue un éxito mundial. En 1964, Vincent Price lo llevó al cine (The Last Man on Earth), y en 1971 se lanzó una nueva versión protagonizada por Charlton Heston (The Omega Man). En 2007, fue Will Smith quien se lanzó a la caza de vampiros con Soy leyenda.
Poco a poco, Matheson se fue definiendo más como guionista de cine. Su imaginación, «irónica y de culto, ha creado historias de ciencia ficción rompedoras», dijo el cineasta Steven Spielberg citado por The Hollywood Reporter.
En 1971, Matheson escribió el guión de la primera película de Spielberg, Duel. Stephen King calificó a Matheson de su modelo a seguri y Damon Lindelof, el creador de la serie Lost, lo calificó de gigante.
El autor tuvo cuatro hijos, de los cuales tres también se han convertido en escritores de éxito. Aunque ninguno llegó al nivel de su padre.