La fotógrafa Annie Leibovitz gana el Príncipe de Asturias de Comunicación

La Voz / Agencias

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La fotógrafa más famosa y mejor pagada, retratista de las estrellas, consiguió desnudar a Lennon horas antes de su muerte

24 may 2013 . Actualizado a las 01:32 h.

La fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz ha sido galardonada este jueves con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.

Annie Leibovitz, dicen que la fotógrafa mejor pagada, es la responsable de algunas de las instantáneas más representativas de los últimos treinta años. Su nombre ocupa un lugar importante en la historia de la fotografía con imágenes tan emblemáticas como la de John Lennon completamente desnudo abrazado a Yoko Ono y en posición fetal, tomada cinco horas antes de su asesinato; la de Demi Moore desnuda y embarazada de ocho meses en la portada de Vanity Fair; o la de Gorbachov para una campaña de Louis Vuitton en el asiento trasero de un coche con los restos del muro de Berlín al fondo.

Leibovitz, que partía como favorita, se ha impuesto en las votaciones finales del jurado a las candidaturas de la agencia de fotografía Magnum y a la periodista inglesa Christiane Amanpour. El premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades está destinado a reconocer la labor de creación e investigación en el conjunto de actividades humanísticas y en lo relacionado con los medios de comunicación social que represente una aportación relevante a la cultura universal.

Los premios Príncipe de Asturias, que este año llegan a su trigésima tercera edición, están dotados, cada uno de ellos, con una escultura de Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, 50.000 euros, un diploma y una insignia.

Annie Lebovitz (Connecticut, 1949) pasó su infancia y parte de su juventud viajando de base aérea en base aérea, debido al trabajo de su padre, teniente coronel de las Fuerzas Armadas estadounidenses. Hasta que se instaló en San Francisco para asisitir a la Escuela de Bellas Artes. Tras trabajar con el fotógrafo Ralph Gibson, Leibovitz se incorporó como freelance a la revista Rolling Stone. En 1973 era ya jefa del departamento de fotografía, cargo que mantuvo durante diez años en los que realizó 142 portadas.

Su primer gran encargo profesional fue documentar la gira musical Rolling Stones Tour of the Americas '75 que el grupo británico realizó en Estados Unidos en Canadá. En 1980, ya instalada en Nueva York, convenció a John Lennon para ser portada de la publicación. El 8 de diciembre acudió a su apartamento para tomarle algunas fotografías, y aunque los editores no querían que Yoko Ono formase parte del proyecto, Leibovitz desnudó literalmente al exbeatle y lo retrató en posición fetal junto a su esposa. Horas después de la sesión, Lennon fue asesinado por su Mark David Chapman, quien le disparó cuatro veces a la entrada de su edificio.

En 1983 se marchó a Vanity Fair, revista a la que todavía sigue vinculada, y desde 1998 también trabaja para Vogue. Por delante de su objetivo han desfilado actores, actrices, políticos, escritores o atletas: Mick Jagger, los Obama, Michael Jackson, Bob Dylan, Miley Cirus, Warhol, Bruce Springsteen, Gorvachov, Hillary Clinton, Isabel II... Pero no solo. Leibovitz también plasmó los horrores de la guerra en Ruanda y Sarajevo, y sacó fotografías íntimas a sus propios amigos y familiares, incluyendo a su pareja durante 15 años, la novelista y ensayista estadounidense Susan Sontag, que falleció en el 2004, un año después de recibir el Príncipe de Asturias de las Letras, y que incluyó en el libro Annie Leibovitz. Vida de una fotógrafa. 1990-2005. «De todo lo que he hecho en mi vida esta es la tarea que más se ha acercado a mi esencia», dijo entonces.

Desde que decidió abandonar el fotoperiodismo a principios de los 80 -tras cubrir la guerra de Líbano para Rolling Stone- y centrarse en el retrato, Annie Leibovitz se ha convertido en una de las fotógrafas más respetadas en los ámbitos cultural y político de Estados Unidos. Sus fotografías han protagonizado exposiciones en museos y galerías de todo el mundo, incluyendo la National Portrait Gallery del Instituto Smithsonian de Washington, donde fue la primera mujer y el segundo fotógrafo vivo en exponer en ella.