Fallece el escritor Antonio D. Olano, el gran amigo gallego de Pablo Picasso

l. p. redacción / la voz

CULTURA

Acababa de regresar a las librerías con su novela «El niño que bombardeó París»

31 dic 2012 . Actualizado a las 11:33 h.

Acababa de regresar a su territorio vital, las librerías, con su novela El niño que bombardeó París. Ayer mismo el también escritor y periodista (y también lucense) Carlos G. Reigosa le dedicaba en La Voz una hermosa columna reivindicando su legado frente a fariseos y devotos de lo políticamente correcto. Y justo ayer, con el recuerdo de Reigosa todavía flotando en la atmósfera, se fue para siempre en Madrid Antonio D. Olano. Nació como Antonio Domínguez Olano en Vilalba en 1938, en plena Guerra Civil. Tal vez de ahí su alma combativa y su amor por las trincheras (reales y metafóricas). Olano debutó en el periodismo en Galicia en cabeceras como La Noche y saltó como tantos otros a Madrid, donde trazó su personal e intransferible crónica por tierra, mar y aire: en la radio (Cadena Ser), la televisión (TVE) y la prensa escrita (desde El Alcázar y Pueblo hasta, últimamente, El Imparcial). Personaje poliédrico, coqueteó con el franquismo, pero fue amigo de ilustres comunistas, como Fidel Castro, con el que compartió como reportero su descenso triunfal desde Sierra Maestra a La Habana, el guerrillero Ernesto Che Guevara o el pintor Pablo Picasso.

Fue la gran conexión del artista malagueño con Galicia. Juntos recordaban en París la etapa de Picasso en A Coruña (1891-1895), algunas de las obras maestras que pintó en la ciudad (como La muchacha de los pies descalzos) y anécdotas hoy convertidas en leyenda, como la aversión de Picasso a pintar las patas de las palomas después de copiarlas cientos de veces en Galicia.

Durante los años noventa fue jefe de prensa del Atlético de Madrid. Era la convulsa etapa de Jesús Gil en la presidencia y Olano se dejó caer con frecuencia por A Coruña para asistir al Teresa Herrera y ver la versión en plata de ley de la Torre de Hércules que inmortalizó Picasso.