«Blancanieves» cumple 75 años

Ignacio Benedeti

CULTURA

«Blancanieves y los siete enanitos» se convirtió en la primera gran producción de Walt Disney Company. <span lang= gl >disney</span>
«Blancanieves y los siete enanitos» se convirtió en la primera gran producción de Walt Disney Company. disney

El primer largometraje de animación de la factoría Disney, estrenado en diciembre de 1937 en Hollywood, sigue recaudando millones de dólares

22 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

En la historia del cine existen unas cuantas películas inmortales, cuyo recuerdo perdura indeleble en la mayoría de los espectadores a través de los años. Una de ellas es el clásico de Walt Disney Blancanieves y los siete enanitos, estrenada el 21 de diciembre de 1937 en el Carthay Circle Theater de Hollywood. En estos 75 años, la película se ha reestrenado en cines ocho veces y sigue recaudando millones de dólares por sus ventas en soportes digitales. ¿Qué otra película de la historia sigue siendo una máquina de hacer dinero tantas décadas después de su estreno?

Walt Disney rodó Blancanieves, su primer largometraje de animación, pese a la oposición de toda la industria e, incluso, de las salas de exhibición, que inicialmente boicotearon su pase hasta que, a la postre, se tuvieron que rendir a la evidencia de un éxito que se ha demostrado imperecedero. Esta intemporalidad es una característica de todo el cine de Disney. Afortunadamente para la actual Walt Disney Company, su fundador hizo caso del consejo de su admirador (y admirado) Charles Chaplin, que le recomendó comprar de nuevo los derechos de aquellos cortos de dibujos animados que hubiese vendido en el pasado por falta de liquidez.

En su búsqueda de financiación para concluir el rodaje de Blancanieves, Walt Disney no dudó en arriesgar todo su patrimonio personal para poder concluir una obra de arte que el «todo Hollywood» calificaba de locura. Los mandamases de la Meca del cine auguraban que era imposible que la gente aguantase hora y medio viendo dibujos animados.

Disney sabía que era factible pues, en un viaje a Europa, en 1935, se había quedado sorprendido al comprobar que en París algunos cines programaban sesiones exclusivas de sus creaciones, empalmando varios cortometrajes.

Multitud de incertidumbres se cernían sobre Blancanieves durante su rodaje: ¿Cómo reaccionaría el público en los momentos dramáticos? ¿Se reirían por no ser reales los personajes? Y estas dudas se solapaban con una financiación cada vez más difícil: lo que estaba previsto que costase 600.000 dólares de la época, acabó incrementándose a 1.700.000 dólares. Pero el dinero, para Disney, nunca había sido una preocupación, sino únicamente una herramienta necesaria que le permitía hacer cosas.

La prueba es que, cuando se estrenó Blancanieves, y recaudó ocho millones de dólares en todo el mundo, un año después Walt Disney debía nuevamente dinero al banco, esta vez, la ingente cifra de cuatro millones de dólares: había comprado los terrenos para construir el nuevo estudio, su mobiliario y acometido el esfuerzo de rodar Pinocho, Bambi y Fantasía, sin olvidar los clásicos cartoons.

Blancanieves y los siete enanitos, a los 75 años de su estreno, sigue cautivando a millones de personas, adultos y niños, de distintas culturas. Y se ha convertido en la prueba de que los sueños, incluso los más inalcanzables, como a Disney le gustaba repetir, «pueden volverse realidad».