El CGAC recopila la censura musical durante la última etapa del franquismo

camilo franco LA VOZ / SANTIAGO

CULTURA

«Vibracións prohibidas» muestra la creatividad de las discográficas ante la dictadura

17 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La censura obligó a las discográficas a exhibir dosis de creatividad. Es una de las conclusiones de la exposición Vibracións prohibidas, que ayer se inauguró en el CGAC y que recopila la actividad de la censura franquista en el sector musical. Xavier Valiño y Héctor Fouce son los comisarios de una muestra que ofrece una gran cantidad de portadas de discos en dos versiones: la internacional, que hay que considerar original, y la publicada en España, con las alteraciones obligadas por las imposiciones censoras. De esa furia no se salvó nadie. Tampoco The Beatles, Dylan o The Rolling Stones. Ni los grupos españoles como Los Brincos o Los Bravos, que vieron cómo algo de las canciones o de las portadas levantaba sospechas en el equipo censor y las sospechas equivalían a prohibición.

Valiño resumió así cómo era el proceso: «A censura musical realizábase fundamentalmente prohibindo a emisión das cancións na radio, pero o réxime descubriu que, coa mellora económica, a xente comezaba a consumir música nas casas e comezou a revisar os contidos». En efecto, en los años setenta cambian las necesidades de la censura porque el consumo comienza a ser también doméstico. La exposición se ocupa de los siete años que coinciden con los últimos del régimen.

Valiño es autor del libro Veneno en dosis camufladas (Editorial Milenio) en el que se recopila la actividad de la censura y, como en la exposición, se documentan los expedientes de cada caso con los argumentos ofrecidos por la censura. Valiño repasó los fondos del Archivo General de la Administración en Alcalá de Henares para conocer las respuestas que los censores ofrecían a las discográficas que protestaban. Pero, en la mayor parte de los casos, estas optaron por modificar las portadas, cambiar las letras o poner pitidos sobre las partes que no se debían escuchar. La exposición incluye dos documentales y el martes se ofrecerá una mesa redonda con los comisarios y Kiko Veneno, que padeció un episodio de este tipo.