El adiós de Philip Roth

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CULTURA

Miguel Rajmil

El escritor estadounidense confirma que Némesis será su última novela

11 nov 2012 . Actualizado a las 20:45 h.

¿Jubilarse a sus 79 años? Nadie se lo puede reprochar. Sobre todo cuando ha escrito 31 novelas y ha ganado algunos de los premios literarios más importantes. Pero ello no quita que Philip Roth haya dejado de piedra al mundo de la literatura con el anuncio de que deja de escribir.

La retirada de literatura de uno de los escritores estadounidenses más importantes se anunció en octubre, pero no fue a través de un anuncio a bombo y platillo en Estados Unidos, sino que se hizo casi de forma tangencial, en una entrevista con la revista francesa Les Inrockuptibles.

«Tengo la intención de no escribir en los próximos 10 años. Para ser sincero, he terminado con eso. Némesis (publicada en el 2010) será mi último libro», declaró a la publicación francesa el escritor, distinguido este año con el premio Príncipe de Asturias de las Letras, galardón que no acudió a recoger el pasado 26 de octubre, convaleciente de una operación quirúrgica.

Pero ha sido ahora cuando estas declaraciones han trascendido realmente, después de que su editor estadounidense, Houghton Mifflin, confirmase el viernes a la revista on line estadounidense Salon.com la sorprendente decisión del escritor. «Dijo basta», comunicó la portavoz de la editorial Lori Glazer. Y el sábado Salon.com colgó un «Elogio a un hombre vivo», para honrar la obra del escritor.

El propio Philip Roth da a la revista francesa un argumento muy básico y es que sencillamente ya no tiene ganas. «He dedicado toda mi vida a la novela. La he estudiado, la he enseñado, la he escrito y la he leído. Y por el camino he ido dejando prácticamente todo lo demás. Creo que ya no siento ese fanatismo por escribir que durante toda mi vida he sentido. Me resulta imposible imaginarme que me enfrento de nuevo a lo que es la escritura».

En su última novela, Némesis, el celebrado autor regresa al lugar donde creció, el barrio judío en el ciudad industrial de Newark, cerca de Nueva York. Corre el año 1944 y una epidemia de polio arrasa entre los niños y destruye la vida de los adultos. Roth revela a Les Inrockuptibles, que a los 74 años comenzó a releer todas sus novelas preferidas y después las suyas. «Quería saber si he perdido el tiempo escribiendo», dijo Roth, que llegó a la conclusión que en gran medida lo ha conseguido. Y comentó que se apropia de las palabras del boxeador Joe Louis para resumir su trabajo: «Hice lo mejor que pude con los medios que tenía a mi alcance».

Ya su primera novela Goodbye, Columbus! (1959) fue distinguida con el National Book Award, una de las mayores distinciones estadounidenses en literatura. En 1969, Roth alcanzó fama mundial con el El mal de Portnoy, un libro que versa sobre las confesiones de un intelectual judío obsesionado con el sexo en el diván de un psicoanalista. Y siguió la triología El escritor fantasma, Zuckerman desencadenado y La lección de anatomía.

Con Sabbath's Theater Roth recibió en 1995 su segundo National Book Award, mientras que tres años más tarde se hizo con el premio Pulitzer con American Pastoral. Prácticamente sólo le falta recibir el Nobel de Literatura, para el que ha sido uno de los eternos candidatos. Las historias de Roth son divertidas, sarcásticas y a la vez melancólicas y conmovedoras. A menudo trata de esa moral de la apariencia de la sociedad americana; de la familia judía como semillero de neuróticos y la búsqueda de la felicidad a través de la satisfacción sexual.

«Tan sólo hay una receta contra el envejecimiento: aceptar las pérdidas y hacer lo mejor de lo que nos queda», reveló Philip Roth en su 75 cumpleaños en una entrevista con el canal NPR. Roth vive desde hace más de tres décadas en su granja en la Connecticut rural. Allí, dijo en cierta ocasión, «hay poco más que hacer que escribir».