La denunciante de Castaño pide que se «haga justicia»

camilo franco SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

Ramos, en el 2004, presentando su denuncia en Madrid.
Ramos, en el 2004, presentando su denuncia en Madrid. juan lázaro< / span>

Ramos dice que no quiere empañar «el buen nombre de Camilo José Cela»

01 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Dolores Ramos asegura que no tiene «nada en contra de Marina Castaño». «Nunca me hizo nada malo», apunta, al tiempo que recalca que su intención con la denuncia presentada contra ella y el exgerente de la Fundación Cela, Tomás Cavanna, responde solo al «deseo de que se haga justicia».

Ramos vive en Iria Flavia. Frente a su casa está el edificio que alberga la Fundación Cela. Explica que ayer fue felicitada por «mucha gente» y que su denuncia «no pretende empañar el buen nombre de Cela», sino «corregir unos abusos que se han cometido aprovechando su nombre». En el año 2004 Dolores Ramos presentó en Madrid una denuncia que fue cerrada provisionalmente porque, según explica, «tenía que hacer una provisión de fondos que no podía asumir». En noviembre pasado, la denunciante se puso en contacto con la fiscalía en A Coruña para entregar una nueva denuncia apoyada en la documentación reunida desde entonces.

Aunque Ramos señala que no puede detallar todos los documentos entregados, dice que hay papeles que ha ido recibiendo de manera anónima «pero que explican de manera clara cómo se gestionaban la fundación y sus caudales». Asegura que algunos de esos documentos proceden de las reuniones del patronato de la institución.

Por su parte, el conselleiro de Presidencia de la Xunta, Alfonso Rueda, declaró ayer que se hará todo lo posible «para que este tipo de actuacións, se é que finalmente se determina que se deron, non se volvan repetir en ningún caso». La Xunta ha asumido recientemente la titularidad de la fundación y ha prometido una gestión profesional de la misma.

Por su parte, Marina Castaño aseguraba ayer en una carta publicada por El Mundo que la actividad de la fundación «está avalada por múltiples auditorías e inspecciones», que la acusación es «totalmente incierta», aludiendo a una sentencia del 2003, y que en la fundación se conservan todos los documentos que demuestran la limpieza en la gestión de la institución.