Las palabras españolas de Erasmo

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Un filólogo gallego halla la primera traducción del «Elogio de la locura»

19 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

En 1509 el humanista Erasmo de Rotterdam remató Elogio de la locura, también conocido como Moriae Encomium, durante una estancia en casa de su amigo Tomás Moro. Publicado en 1511, el libro plasmaba la decepción de Erasmo con la cúpula de la Iglesia católica, a la que reprochaba haber abandonado los verdaderos valores cristianos. El texto fue una de las inspiraciones de la reforma protestante y, en consecuencia, la Inquisición lo prohibió en 1559, por lo que se creía que no existió una versión española hasta el siglo XIX.

Pero el libro de Erasmo ya había sido traducido antes al español. Los investigadores Harm den Boer, uno de los mayores especialistas en textos sefardíes en los Países Bajos, y el coruñés Jorge Ledo, ambos de la Universidad suiza de Basilea, han hallado la versión en español más antigua que se conoce del Elogio de la locura. La obra se encontraba en el catálogo de la biblioteca de la llamada sinagoga portuguesa de Ámsterdam, con una importante colección de manuscritos en español y portugués. «Estos textos responden a inquietudes e intereses de carácter doctrinal o polémico, donde la Moria de Erasmo ocuparía un lugar de honor», explica Ledo, quien sobre el ejemplar hallado también añade que «consideradas la caligrafía del copista y el papel, puede asegurarse que no es anterior a la segunda mitad del siglo XVII».

«El manuscrito es realmente peculiar», describe el investigador. «Si uno atiende a sus características llegará a dos conclusiones: la primera es que la mano del escriba no es la del traductor y, la segunda, que la transcripción es muy posterior a la traducción. Sin embargo, sería muy difícil, y ciertamente polémico, hablar de una difusión masiva de la Moria de Erasmo en castellano en la España pre-tridentina».

La traducción al español de un humanista holandés pertenecía a la biblioteca de una sinagoga portuguesa en Ámsterdam. ¿Qué pistas ofrece el libro sobre sus vicisitudes? «Es complejo responder a la pregunta -explica Ledo- porque no hay documentación extensa sobre la adquisición de los textos. Por tanto, tan factible es que llegara con alguno de los judeoconversos exiliados de España como que fuera adquirido por la biblioteca en una fecha tan tardía como el siglo XIX. Lo que es innegable, y está bien documentado, es que en la comunidad sefardí holandesa circulaban las obras de Erasmo, es de suponer que por sus ideas en torno a la tolerancia, por su carácter crítico, por sus bondades pedagógicas y, obviamente, por el carácter necesariamente conciliador de la comunidad judía hispano-portuguesa de Holanda».

El hallazgo no habría sido posible, afirma Ledo, sin la recopilación de textos escasamente estudiados por hispanistas que llevó a cabo Den Boer. Ambos preparan ahora una edición crítica del libro. «Nuestro trabajo es intentar desvelar, en la medida de lo posible, todo aquello que el texto esté dispuesto a contarnos. La comunidad científica tendrá mucho que decir, sin duda, sobre la ubicación, carácter y vicisitudes de la traducción en cuanto nuestra edición salga publicada en Brill a finales de este año», concluye.

El libro pertenecía a la biblioteca de la sinagoga portuguesa de Ámsterdam