«Acceso no autorizado» cuenta lo que podría pasar con un Gobierno socialista «si las circunstancias fueran otras»
28 nov 2019 . Actualizado a las 15:52 h.La novela que Belén Gopegui presentó ayer en la Librería Pedreira de Santiago, Acceso no autorizado (Mondadori), parte de alguien que entra en el ordenador de una vicepresidenta del Gobierno. Los nombres son otros, pero las fotos que corresponderían con esos nombres serían perfectamente identificables con el Ejecutivo socialista que ahora es ya anterior.
-Uno de los adjetivos que se han utilizado más sobre su novela ha sido «comprometida». ¿Cuál es ese compromiso?
-Depende de quién lo diga. La mayoría de las veces se usa esa palabra para atacar. Como si fuera de otra época o para explicar que no es exactamente literatura. La crítica más académica puede decirlo para no darle más valor. Luego puede haber otro sector que entienda que la novela sirve para generar discusiones. De todas formas, yo lo entiendo de otra manera. Lo importante del compromiso es con quién te comprometes.
-¿La suya es una novela política decidida a serlo?
-Es parecido a lo de antes, depende de quién lo diga y por qué. Yo entiendo que sí, pero estas calificaciones intentan explicar que la literatura es un lugar sagrado, y tú sales fuera y ahí fuera te juntas con los políticos o con quien sea. Pero yo creo que la literatura es y debe ser un lugar impuro.
-¿Escribir sobre personajes que eran muy identificables y muy públicos supuso un problema o fue una ventaja?
-Lo hice deliberadamente porque lo que yo quería era proponer contramodelos. Quería intervenir políticamente. Parece que la única realidad posible es esta y quiero, mediante la ficción, contar que había otra realidad posible. Pero no en una isla desierta, sino aquí y con estos modelos. Darles la vuelta, contar qué pasaría si las circunstancias fueran otras.
-A la luz de los acontecimientos políticos en el PSOE posteriores a la publicación de su novela, ¿haría algún cambio?
-Trágicamente, en lo que respecta al PSOE, creo que no me he equivocado. Para que ese partido pudiese hacer la mínima parte de lo que tendría que estar haciendo, tendría que cambiar de arriba a abajo. Los años permiten ver la repetición de la misma jugada en ese partido.
belén gopegui escritora