El Obradoiro se vuelca con el Memorial Quino Salvo

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

álvaro ballesteros

Tonecho Lorenzo, que compartió camiseta con el homenajeado en Sar, lo recuerda como «un embajador del baloncesto gallego»

19 ago 2016 . Actualizado a las 16:36 h.

El pabellón de As Travesas, en Vigo, acogerá el jueves 1 de septiembre, a las 20.45, el primer Memorial Quino Salvo. Lo disputarán el Joventut de Badalona y el Obradoiro, que fue el primer equipo profesional en el que militó el alero olívico cuando todavía era júnior. Desde entonces han pasado 41 años y en aquel vestuario también estaban, entre otros, Thordsen, López Cid o Tonecho Lorenzo, que ayer asistió al acto de presentación del partido.

Quino Salvo se granjeó infinidad de simpatías en sus etapas como jugador y entrenador. Lo pudo comprobar en la Copa del Rey, con una afición que le tributó un cariñoso aplauso en el Coliseum de A Coruña. Entonces todavía peleaba contra una larga enfermedad. No pudo ganar esa batalla, pero su recuerdo sigue y el mundo del baloncesto se lo volverá a demostrar en su tierra natal, en el que será el primer partido de pretemporada del Obradoiro.

Julio Bernárdez, otro exjugador del conjunto compostelano, es quien ha abanderado la organización del memorial. Y quiso que a la presentación acudiese una representación de exjugadores. Entre ellos, Tonecho Lorenzo, que guarda un gran recuerdo del homenajeado: «Llegó de júnior. Le vimos ya un potencial que no era normal para su edad, un chico muy fuerte, muy listo en la cancha. Lo acogimos de maravilla. Estuvo dos años con nosotros, fue internacional júnior. Era un alero fuerte pero muy rápido, muy inteligente. En defensa era un coñazo. Te lo decían gente como Epi, Biriukov o Montero. Epi tenía medias de más de veinte y contra él no llegaba a diez. No rehuía nunca el choque. Era un ejemplo de intensidad, de genio, y en ataque, muy listo. Conocía sus limitaciones. Tenía buen tiro de cinco metros, penetraba y doblaba. Todo ese carácter lo usó como entrenador y le fue muy bien. Y eso que tenía un genio...».

Pero, por encima de todo, subraya que dejó el recuerdo de «un tipo entrañable, muy generoso, amigo de sus amigos. Nunca dejaba a nadie en la estacada. Decía que estuvo dos años en el Obra y ahí aprendió muchos valores. Para mi, fue un embajador del baloncesto gallego. Lo rememoramos con un cariño y un sentimiento tan grande que hace que siempre estará en nuestros corazones».

El ritmo de venta de entradas para este memorial invita a pensar en una gran afluencia de espectadores. Se pueden adquirir por Internet a través de www.ticketea.com y, en Compostela, en la tienda Tiro Libre SCQ, en la calle Ramón Cabanillas. El precio en venta anticipada es de diez euros para los adultos y cinco para los menores de 14 años. El día del partido, en taquilla, ambas cuantías pasan a ser de doce y seis euros.