El Obradoiro prevé un presupuesto similar al de esta temporada

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Todavía no ha cerrado fichajes ni renovaciones, pero está pendiente de las primeras respuestas y da por hecho que el verano será largo

28 may 2015 . Actualizado a las 18:23 h.

Cuando empieza una temporada, el Obradoiro comienza a la par a preparar el proyecto de la siguiente. Es una norma de obligado cumplimiento, sobre todo cuando los medios económicos dejan poco margen de maniobra.

Los clubes con talonario largo pueden fijar perfiles y buscar en el mercado el mejor candidato para cada caso. En Sar no hay cabida para ese lujo. Los perfiles no son cerrados, el club ficha lo que le permite su economía tratando de sacar el máximo partido a la relación calidad precio. Cada movimiento condiciona los que están por venir. Y la realidad es cambiante, por lo que debe estar permanentemente alerta.

A veces las oportunidades se presentan inesperadamente, como sucedió hace cinco años con Lasme. Chete Pazo y Moncho Fernández acaban de mantener una de las reuniones habituales durante la pretemporada cuando llegó la opción de firmar al pívot. Pero había que decidir en 24 horas. Y resolvieron.

Movimientos imprevisibles

A veces el azar golpea por el otro costado. Hace poco más de un año se interesaron por Muscala el Maccabi y el Fenerbahce. El club y el pívot aguantaron esos dos tirones, pero de la noche a la mañana entraron en escena los Atlanta Hawks y en cuestión de días el jugador voló a Estados Unidos. Viene al caso esta referencia porque hay cuatro integrantes de la primera plantilla con contrato en vigor, pero eso no es garantía de continuidad.

El año pasado, a estas alturas, Waczynski ya estaba fichado. De no haber arriesgado el Obradoiro anticipando plazos, probablemente no se hubiese podido concretar la operación. Esta vez, no hay ninguna operación cerrada, pero sí alguna propuesta a la espera de respuesta.

Hace un año, a la conclusión de la campaña, quien más quien menos daba por perdido a Pavel Pumprla. A finales de julio, sin embargo, el alero checo firmó por una temporada más. Si en ese intervalo de dos meses el club hubiese encontrado un alero de características similares, no habría sido posible el reencuentro.

El escenario en el que se mueve cada verano el Obradoiro a la hora de elaborar el nuevo proyecto es así de complicado. En consecuencia, aventurar a 28 de mayo cuál e incluso cómo será la fotografía del nuevo equipo es una tarea incierta. Pero sí es factible fijar algunos de los condicionantes.

El consejo de administración prevé manejar un presupuesto similar al de esta campaña, que finalmente ha sido de 2.650.000 euros y que volverá a cerrarse con un pequeño superávit. De esta cantidad, algo más de 1,5 millones es lo que ha costado la plantilla. Cuatro años atrás dicho coste ascendía a 2,4 millones.

La del nuevo curso requerirá un mayor desembolso en el pago de impuestos, ya que se ha extinguido la llamada Ley Beckham, en virtud de la cual los extranjeros que se trasladaban a España por motivos de trabajo podían tributar como no residentes al tipo general fijo del 24 %.

Otro factor en contra de las finanzas del Obradoiro es la cotización del dólar frente al euro, ya que encarece los contratos firmados en moneda americana.

Por contra, el club tiene encauzados los pagos de la deuda con la Agencia Tributaria. Y ha convertido la póliza de crédito que venía renovando año a año para hacer frente a una parte del fondo de ascensos y descensos (alrededor de 700.000 euros) en un préstamo a largo plazo.

En cuestión de días, el Obra presentará la campaña de abonados y está ultimando promociones, con importantes descuentos, vinculadas a iniciativas conjuntas con la Fundación Heracles. En campañas anteriores, los ingresos por carnés se situaron algo por encima de los 600.000 euros. El objetivo es fidelizar y tratar de superar ese umbral. Por ahí, y por el éxito de algunas de las gestiones en marcha para captar nuevos patrocinios pasan las posibilidades de poder estirar el presupuesto de partida en el año de la Copa. No obstante, el club opta por tomar como referencia la campaña que está a punto de finalizar, sin menoscabo de que las expectativas puedan conducir a una realidad más optimista.

Sea como fuere, parte con poco más de 1,5 millones de euros para confeccionar la plantilla. De los cuatro jugadores con contrato en vigor (Triguero, Pozas, Waczynksi y Kleber), la continuidad del alemán es la que ofrece más interrogantes. Ha sido seguido por equipos de la NBA (probablemente participe en alguna de las ligas de verano), está en el radar de clubes de Euroliga y de la ACB y ha entrado en la primera lista de 21 jugadores para el Campeonato de Europa anunciada por el seleccionar germano.

En la medida de lo posible, el club intentará que la renovación de la plantilla no sea tan acusada como el pasado verano, en el que hubo nueve caras nuevas. No obstante, todavía queda mucho tiempo por delante.

Derecho de tanteo

Una vez que se juegue el último partido de esta temporada se abre el plazo para el derecho de tanteo. La entidad de Sar puede incluir a los jugadores que estime oportuno presentando una oferta equivalente al 70 % de su último contrato, o del 85 % si ya pasaron por esa tesitura, como fue el caso de Pumprla la pasada campaña. Y si alguno de esos jugadores recibiese una propuesta de otro equipo de la ACB, el Obradoiro tendría que decidir si la iguala.

Además, y al igual que sucediese en los cursos precedentes, el director general, José Luis Mateo, y el entrenador, Moncho Fernández, acudirán a la Liga de Verano de las Vegas. Y no está descartado que en esta ocasión repartan el tiempo entre esa competición y la que se organiza en Orlando.

Tal y como significaba Moncho Fernández en una entrevista en La Voz de Galicia hace una semana, «la dirección deportiva trabaja mucho durante el año en un montón de perfiles. Luego, de esos cuarenta, cincuenta o sesenta, a lo mejor dos acaban en el equipo». Toca hilar fino.