El Obra vivirá un plácido final de temporada y afrontará los partidos contra los cuatro equipos de Euroliga con la inmensa satisfacción de haber cumplido sobradamente el objetivo de la temporada. Ayer deleitó a Sar con el enésimo ejercicio de fe de este equipo a pesar de entrar en el último cuarto quince puntos por debajo. Comenzó el partido defendiendo el bloqueo directo con un flash del pívot con dos objetivos: evitar continuaciones abiertas para tiros cómodos y tratar de entorpecer la excelente circulación de balón de Bilbao Basket, pero los vascos estiraron la pista al máximo, obligaron al Obra a efectuar ayudas excesivamente largas y contaron con un acierto excelso desde la línea de tres puntos. A pesar de guardar bien el rebote, el Obra también sufrió el buen trabajo bilbaíno en esta faceta, sobre todo de Todorovic, que tocaba todos los rechaces en el aro obradoirista dificultando la posibilidad de anotar en contraataque. A todo esto hay que añadir la excesiva dureza defensiva de Bilbao sin castigo por parte de los colegiados. Toda esta previa para vivir la magia del último cuarto, donde destacó la excelente dirección de Pozas y los puntos de Waczynski y Kleber para llevar al éxtasis a Sar, y al Obradoiro a la decimotercera victoria.