El peso de Maxi Kleber y Keaton Nankivil en el entramado ofensivo

Miguel Gómez EL ESCÁNER

SANTIAGO

05 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Me llamó hace unos días un colega de trabajo holandés y me preguntó cómo iban las cosas por el Obradoiro. «Pues, qué quieres que te diga, ahora que apareció el Códice, resulta que faltan puntos. Y de Códices no sé, pero de puntos no íbamos nada sobrados». En pretemporada, haciendo cábalas, tratando de averiguar si esta plantilla podría sumar 70 puntos, las cuentas no daban: 10 entre los bases, 20 los escoltas, 10 los aleros, 10 entre Maxi y Keaton y otros 10 entre los pívots. Sesenta puntos, por muy bien que pudiésemos defender, no eran suficientes.

Mis previsiones no se alejaron mucho de la realidad: 11 puntos entre los bases, 21 los escoltas, 10 los aleros y 11 los pívots. Afortunadamente, la pareja de cuatros alcanzó los 19 puntos por partido y fueron llegando victorias, pero sacando puntos siempre desde estas posiciones. En el mejor de los casos, un día excelente de Corbacho compensaba un día malo de Adam o un acertado Kleber tapaba un mal día de Nankivil, pero solo excepcionalmente los puntos llegaron de la mano de Triguero, Pavel o Miller. No solo faltaban puntos en las posiciones de tres y cinco sino que, en muchos partidos, y aprovechando que la envergadura de Maxi y la potencia de Keaton lo permitían, la solución se buscaba jugando con los dos cuatros al mismo tiempo.

Ahora, sea por la lesión de Keaton, sea por las molestias de Maxi (o porque las defensas rivales lo tienen más controlado), en las últimas tres jornadas entre los dos no han conseguido sumar más de diez puntos sin que el equipo haya sido capaz de encontrarlos en otro jugador. En algún momento se ha probado a juntar a Alberto Corbacho y a Adam Waczynski en pista, pero defensivamente supone un problema.

Quiero creer que Maxi y Keaton recuperarán su mejor versión o que los entrenadores encontrarán la manera de mejorar la aportación ofensiva del resto. Mucho peor pintaba la situación la temporada pasada tras la lesión de Oriol y la marcha de Muscala y fueron capaces de que el equipo ganase todavía cinco o seis partidos más.