No fue buena la puesta en acción. Los seis primeros ataques sin anotar y la segunda falta de Kleber marcaron el devenir del primer cuarto. La entrada en cancha de «la segunda unidad» revolucionó el partido en el segundo cuarto. Con 6 puntos de Chagoyen y 4 de Waczynski, el Obradoiro tomó una ventaja de 10 puntos en el marcador.
Pero un apagón colectivo a finales de este cuarto, con malas decisiones en ataque y defensa, dejó la renta en tan solo un punto para los obradoiristas antes del descanso.
Las defensas de ajustes fueron las protagonistas en la salida del vestuario. El Andorra no se encontraba cómodo atacándola. Esto, unido a una buena circulación de balón en ataque y buenos tiros, puso al Obra 11 puntos arriba. Pero de nuevo se volvieron a apagar las luces. El Andorra atacó mejor la zona y el partido se fue al cuarto definitivo con 5 puntos de ventaja para el equipo santiagués.
Moncho Fernández mantuvo la zona en el inicio del último acto. Las ventajas se movían en diferencias cortas y fue el cambio a defensa individual lo que encendió el partido y a la grada de nuevo.
Una serie de buenas acciones defensivas de los locales y el factor Dani Miller (capturó 3 tapones y anotó 5 puntos) dieron al Obradoiro una ventaja de 10 puntos, que al final fue suficiente para amarrar la octava victoria y soñar con la posibilidad matemática de jugar la Copa del Rey. ¿Y por qué no?.