India Martínez: «En realidad me llamo Jennifer Jéssica»

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India es la número uno, pero parece no saberlo. En su afán por darles las gracias a sus fans, les muestra en su nuevo disco, «Te cuento un secreto», todo aquello que es cuando se baja del escenario. Una mujer humilde, unida a su familia y que ha superado su mayor obstáculo: la timidez. Tanto que no le importa presentarnos a Jennifer. «Ese fue mi nombre al nacer», confiesa.

10 dic 2016 . Actualizado a las 09:38 h.

«No todo es casualidad», dice India Martínez. Y no se trata solo del título de su último disco, que también. Tampoco es simplemente un eslogan con el que promocionar un álbum que ya la ha elevado, de nuevo, al número uno. En realidad, es la filosofía de vida de una artista que cree que las cosas pasan por algo. De una mujer luchadora y extremadamente sensible que peleó desde niña por vivir de su música. Un Goya y varios discos de oro y platino después, hoy es fácil decir que acertó. Pero entonces, cuando su padre dejó su trabajo para seguirla por los escenarios, la presión era máxima y su triunfo, el sueño de toda la familia. En ese momento todavía era la pequeña Jennifer Jéssica. Ahora, India y Jenny se dan la mano en un nuevo trabajo que la acerca aún más a su público.

-Todo no es casualidad, entonces, ¿qué es?

-Yo es que me he dado cuenta al mirar atrás de que todas las cosas que me van pasando estaban relacionadas, no son porque sí, todo tiene un sentido. Entonces esas casualidades no son simples casualidades, sino que tienen que pasar por algo en tu vida. Son cosas de las que aprendes, en las que hay señales que hay que saber leer e interpretar. Y si realmente luchas por algo, al final lo acabas consiguiendo. Si buscas esas oportunidades, si estás donde tienes que estar en los momentos precisos, te acaban ocurriendo cosas que dices: «Oh, qué casualidad! Pero no es casualidad, te ocurrió porque estabas aquí, en este sitio. Así es como todo en mi vida va pasando, y además soy una persona muy positiva, muy enérgica, que cree en esas cosas y que cree, además, que a través de la lucha todo se puede conseguir en esta vida. De hecho, la canción da un poco este mensaje también, que no te estanques, no te pares. Si quieres cambiar tu vida no lo pretendas hacer haciendo lo que haces siempre, tienes que cambiar esas cosas.

 -Y parece que muchos escuchan tu mensaje. El videoclip hace unos días ya tenía dos millones de reproducciones.

-Ya son más de cinco, es increíble. No sé cómo hay tanta gente que lo ve. Una pasada, y todo a través de las redes, es muy fuerte, un escaparate que está incluso fuera de España. Me llegan mensajes y me emociona mucho ver que la gente me escucha y me ve. Después en los conciertos y en las firmas de discos también se ha notado, por supuesto.

-Esta canción tiene una versión bastante electrónica...

-Hay dos versiones, una más acústica y otra más electrónica, con bases programadas. Me gusta pasármelo bien, investigar en la música, añadir matices nuevos y rebuscarme incluso en mi propio instrumento, que es la voz. Es una forma también de actualizar mi música y probar otros sonidos, y la verdad es que le ha ido perfectamente y me ha gustado mucho. Dentro de todo el disco hay mucha variedad, aunque siempre continuando mi esencia.

-Una esencia flamenca, pero muy abierta. «Te cuento un secreto» tiene tintes latinos, pop, árabes...

- Sí, y lo he tenido muy presente desde muy pequeñita. Ya mi primer disco no era flamenco clásico, que era lo que venía haciendo en festivales y peñas flamencas. En ese momento, me meto en un estudio a trabajar sobre un proyecto y ya se me empiezan a notar esas influencias de canciones árabes que había escuchado en mi corta carrera, pero se nota que me gustaba. La primera canción que yo canté en un karaoke con 8 o 9 añitos, que de hecho he tenido aquí hace un ratito a su autor mientras grabábamos para Luar, ha sido Bailar pegados, de Sergio Dalma. Estaba por aquí antes ,y mira, ver a un maestro como él después de tanto tiempo... Las vueltas que da la vida.

-Esas señales otra vez.

-Claro, pues mira, cosas así. Desde pequeñita escuché esa variedad de música que te vas curtiendo de ello y esos tintes se van transmitiendo a la música. Además a mí me gusta aprender mucho, que se noten mis influencias, trabajar mucho en la armonía, en las letras... en todo, y se acaba notando esa personalidad.

-Una personalidad que ha dado lugar a que muchos hablen de un nuevo género contigo, el pop racial.

-Me parece curioso. Yo no me encasillo en ningún estilo en concreto, porque tampoco hago fusión entre flamenco y pop. Eso sería mezclar las dos raíces de las dos músicas y hacer, por ejemplo, una letra de soleá con un look popero. Pero de momento es lo que más se asemeja a lo que yo siento haciendo música, porque me siento racial y me siento de hoy, con partes rítmicas actuales, poperas o como se les quiera llamar. Hago mi propia música y no me gusta que se encasille. Incluso hasta en las radios, ¿por qué tiene que sonar en una radio sí y en otra no? No soy racista en ese sentido, y no me gusta tampoco que la música se encasille. Me siento libre, y la música es puro sentimiento.

-Hablando de sentimientos, en este disco se nos dice que India se presenta más femenina y enigmática que nunca... ¿Es cierto?

-Eso dicen. Bueno, yo me siento igual de femenina que siempre, y de masculina también, tengo mi parte guerrera, traviesa y de niño desde siempre. Me gustan los deportes tanto de mujer como de hombre, me da igual. Pero bueno, sí que dicen femenina, no sé por qué. Enigmática quizás por lo de Te cuento un secreto, porque es verdad que con este disco desvelo cosas de mí un poco más personales. A través de mis canciones hablo aún más de mí, de mi estado de ánimo, de mi momento mental... Y transmito cómo me siento en este momento. Estoy siendo supertransparente, hasta el punto de que comparto hasta mis aficiones con la gente que me sigue, y eso se nota.

-¿Y qué secretos nos cuentas en este disco?

-A ver, para mí el gran secreto en realidad es el entorno. Mi entorno, mi gente y mi familia, que son los que me aportan todo. Mi estabilidad, ese cariño y ese amor, que es lo más importante que tenemos. Intento cuidarlo mucho, y en este disco se nota eso también, ese cariño por mi familia. Hasta mi perro está por ahí dibujado y lo nombro en alguna de mis canciones.

-En una que le escribiste poco antes de que muriese.

-En esa canción incluso le nombraba ya antes de que pasase nada, ya se había grabado en el estudio y todo. Pero después justo le pasó eso y, mira, no hay forma más bonita de recordarlo que de esta manera. Incluso le hago un retrato dentro del disco. Otro de los secretos, ya que me preguntas, es alguna de mis aficiones, como el dibujo. A través de él cuento muchas cosas. Para el libreto del disco el único que hice es el de mi perro, de Baloo, que es un retrato, aunque está muy pequeñito. Tardé varios días en hacerlo. También en un vídeo que colgué en las redes dibujo a Prince Royce, que desvelamos el secreto de que cantamos juntos en Gris con ese dibujo que le hago. En la canción de Ángel revelo también que me encantan los deportes, y en especial quería probar los deportes de riesgo, así que me tiro desde un paracaídas.

-¿Te tiraste de verdad?

-Claro, claro, de verdad, ja, ja. Y además no se podía volver a repetir la toma. A mí no me importaría, me encantó.

-Te emociona especialmente «Ángel».

-Sí, pero hay muchas dentro del disco. Te cuento un secreto también me emociona, porque habla de la soledad dentro de la multitud, cuando vamos paseando por una ciudad llena de gente por la acera y va todo el mundo caminando a su ritmo sin mirar a nadie. Hay tanta gente... y en realidad uno se siente solo. Pero Ángel también tiene una cosa muy bonita y va dedicada a un niño que pueda sentir algún problema a la hora de expresarse, de comunicarse, algún problema psíquico, por ejemplo.

-¿Has sido uno de ellos?

-La sociedad va muy rápido y no se para el tiempo necesario en el sistema de aprendizaje con ese tipo de niños con los que yo alguna vez sí que me he sentido identificada. Yo de pequeñita era muy tímida y reservada, y me refugiaba en mi música, en cantar... Y eso te hace tener algún tipo de problema a la hora de expresarte, o simplemente no quieres, no compartes eso en ese momento, y a veces te ven como un bicho raro. Pero en verdad cada uno es como es y, como dice la canción, todos llevamos a algún loco dentro. Esa es la lectura también. Esa canción transmite mucha fuerza a la hora de no tener miedo a expresar una idea por muy raro o diferente que parezca. Lo diferente no es malo, lo contrario. Te da autenticidad y tenemos que ser valientes.

-«Si yo no cantaba, no comían».

-Lo sacaron un poquito de contexto, no era para tanto. Yo tengo una familia superhumilde, no es que no comiesen, lo que pasa es que mi padre trabajaba conmigo, era mi road manager. Así que en una parte sí, porque el dinero venía de mi trabajo, pero mi madre también trabajaba fuera de casa. Mi padre dejó su profesión por ese momento y a mí, como era muy pequeña, tenía que acompañarme en esa época hasta que fui mayor de edad, claro. El dinero que entraba en casa venía en parte también de la música.

-Y fíjate hasta dónde llegaste. Un Goya, dos nominaciones a los Grammy...

-Pues, fíjate, mi padre se puso muy contento. Ya que fue un sacrifico, el sueño de la familia incluso. Más que premios, yo no busco en realidad ganar ninguno. Voy recibiendo algunos discos de oro, de platino, un Goya... Que ya era como «¡guau!, me están dando un Goya a la mejor canción original» [por la banda sonora de El Niño], cuando era algo que yo estaba encantadísima de trabajar para hacer una canción expresamente para una película. La experiencia ya era un premio. Pero el gran premio es poder dedicarme a lo que me gusta, la música, y compartirlo con mi gente. Pero no olvidarse de disfrutar y vivir la vida también, de ser feliz. Que el éxito profesional a veces te puede llevar al fracaso en lo personal. Hay que intentar buscar el equilibrio y quedarte ahí, aunque alcanzando metas.

-Así que no te llamas India...

-No fue mi nombre al nacer, pero sí lo eligieron bastante bien después, ¿verdad? Ja, ja, ja. Fue mi primer mánager, creo que por los rasgos físicos y porque no me encasillaba en ningún estilo. Aunque era flamenca y un poco también por ese deje, porque los gitanos europeos parece ser que vienen de la India, así que la cosa va un poco por ahí y porque yo no solo cantaba flamenco. Cantaba muchas otras cosas y me encantaban las letras en hindú o en árabe. Me sentí muy identificada en ese momento con el nombre y me encanta, me gusta mucho.

-Entonces India se queda para la artista. ¿Y para la persona?

-Soy Jennifer Jéssica, pero me suelen llamar Jenny. Digamos que con este disco es cuando India y Jennifer más se han dado la mano, y creo que por eso se ve un trabajo y una India más cercana aún. Comparto este tipo de aficiones con los fans, estoy hablando muy autobiográficamente de mis cosas, de mi perro, de mi familia, de mi entorno... Quizás eso hace que sea todavía más cercana y que disfrute al cien por cien. Hay veces que he separado más mi vida profesional y personal, pero creo que el acierto está en unirlo porque en verdad soy la misma persona.